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El abuso de la partidocracia

Los partidos se dieron un histórico presupuesto de casi 7 mil millones de pesos, más otros 6 mil que los Institutos electorales estatales también les darán.

OPINIÓN

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La clase política tiene bien ganado el descrédito. Se sirven con la cuchara grande en lugar de servir. Abusan. Los partidos siempre ganan. No importa si hay crisis o si toca apretarse el cinturón, ellos salen bien librados. La última perla que retrata que políticos y ciudadanía vamos por carriles distintos, tiene que ver con el millonario financiamiento público que la partidocracia se autoregalará para el proceso electoral 2018. Los partidos se dieron un histórico presupuesto de casi siete mil millones de pesos, al que habrá que sumar otros seis mil que los Institutos electorales estatales también les darán. Una grosería. Un exceso. El presupuesto que les dará el INE crecerá, con respecto al pasado proceso electoral, el de 2015, en más de mil 400 millones de pesos. De cinco mil 199 millones a seis mil 788. Un millón de pesos por hora. La mayoría de los nueve partidos políticos han justificado el gasto excesivo argumentando que hay una fórmula para el reparto de recursos, y tienen razón. Lo que no dicen, es que la fórmula la diseñaron ellos. Lo que callan es que pudieron haber cambiado la forma en que se asignan los dineros, pero decidieron no hacerlo. Lo que omiten mencionar es que vía la Ley general de partidos políticos, ellos aprobaron la millonaria carretada de dinero. Simularon, pues. Ahora se llaman a sorpresa. Si le hubieran querido meter tijera a su gasto, no hablaríamos de este tamaño de grosería. Podían hacerlo. No quisieron. La iniciativa #SinVotoNoHayDinero que encabeza el diputado independiente Pedro Kumamoto fue parada en seco por el PRI, PAN, Partido Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social en la comisión de Puntos Constitucionales del Congreso, hace un par de meses. De haber prosperado, los ciudadanos habríamos ahorrado, al menos, dos mil millones de pesos, según nos dijo el propio Kumamoto ayer en la radio. La clase política va por un carril muy distinto al de los ciudadanos. La más reciente Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas del Inegi, retrata que 80% por ciento de los jóvenes considera que los partidos son poco o nada útiles. Pero a los partidos les vale. Como también les tiene sin cuidado que en nuestro país 55 millones de mexicanos vivan en condiciones de pobreza (Coneval) o que este año –y ni se diga el próximo- haya millonarios recortes presupuestales que impactan las políticas públicas en materia de desarrollo, educación, combate a la pobreza. La partidocracia siempre gana. -Off the record Antes de que Miguel Ángel Mancera deje la jefatura de gobierno, Héctor Serrano abandonará la secretaría de Movilidad. Del 18 de septiembre, no pasa. Irá a coordinar la campaña de su jefe. Con él arrancarán los movimientos que darán luz sobre quién sustituirá a Mancera en el cargo. Los momios siguen favoreciendo al secretario de Desarrollo Social José Ramón Amieva… A propósito de la CDMX, en horas sabremos quién será el candidato de Morena al gobierno capitalino. ¿Se confirmará lo que la mayoría de las encuestas trae, Ricardo Monreal arriba? ¿O harán circo, maroma y teatro para justificar un dedazo? Y ni preguntar por la metodología del ejercicio, que es el secreto mejor guardado de la Ciudad. Columna anterior: El cinismo y el Paso Exprés