Fast fashion se refiere a la producción en serie acelerada, masiva y barata de prendas con diseños inspirados en la alta costura, lo que ha dado como resultado una adicción y obsesión con las compras en la sociedad, pero más preocupante es todo lo que rodea a esta industria, desde los procesos de fabricación hasta la venta, lo cual ha desatado un movimiento muy fuerte de la sociedad en contra del fast fashion. Recomiendo ver el documental The True Cost.
Algunos de los efectos negativos del fast fashion son:
• Contaminación ambiental como resultado del uso de fibras sintéticas, químicos y desperdicios.
• Mano de obra barata. ( 2 euros promedio salario diario)
• Explotación laboral, pésimas condiciones de trabajo (ver caso Bangladesh 2013), mano de obra mal pagada, empleos a niños ( 170 millones de niños trabajando a nivel mundial).
• Sobreproducción mundial de ropa que trae consigo 21 billones de libras en desecho de textiles al año solamente en EUA.
De las marcas más importantes del fast fashion están Zara, Forever 21, Mango, H&M, entre muchas otras. Esta categoría de la industria tiene como objetivo de cliente principal a jóvenes y es en donde más éxito ha tenido, con poco dinero pueden tener la última moda sin saber el daño ambiental y social que están haciendo.
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Es una situación difícil el tomar lados ya que, por un lado, no podemos estar en contra de las marcas que nos ofrecen diseños vanguardistas a bajos precios como alternativa a las marcas de lujo que sobrevalúan muchas veces sus prendas y resultan incomprables para casi toda la población mundial. Obviamente no es la misma calidad, el fast fashion es de lavar y tirar pues prácticamente se deshace con las lavadas (cosa que a muchos no les importa), pero por otro lado se ha perdido la cultura de guardar, cuidar e identificarte con tus prendas.
¿Qué podemos hacer como sociedad?
1. Ser mucho más conscientes de nuestras elecciones de compra.
2. Consumir marcas con ética de producción.
3. Cuestionarnos sobre: si realmente lo necesitamos, cuántas veces lo vamos a usar, la calidad del producto, por qué sentimos la necesidad de comprar (muchas veces es una necesidad psicológica).
4. Piensa más en tu imagen, qué dice lo que traes puesto de ti.
5. Examinar e investigar opciones.
6. Usar la regla “si no lo voy a usar mínimo 15 veces NO lo compro”.
7. No dejarse influenciar por las redes sociales y celebridades “embajadoras” de marcas fast fashion.
8. Tener una buena costurera y sastre para arreglar en vez de tirar.
Ejemplos de marcas éticamente responsables:
1. Karen Kane
2. Eileen Fisher
3. Naja
4. The Green Room by ASOS, ASOS Africa.
5. Levi´´s
6. Monsoon
7. New Balance
8. Stella McCartney
9. H&M Conscious Exclusive
10. Chinti & Parker
Existe también un efecto en el consumidor por parte de los “influencers” al querer imitarlos y por lo tanto consumir los mismos productos que ellos o similares por lo que varias celebridades se han unido a la lucha contra el fast fashion como: Emma Watson, Alicia Silverstone, Michelle Obama, Will.i.am. que hacen campaña pro moda sustentable, repiten guardarropa y trabajan con marcas éticas.
“Compra menos, escoge bien, haz que perdure.” - Vivienne Westwood, diseñadora de modas.
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