La tremenda Corte en acción

El tremendo juez de la tremenda corte va a resolver, el próximo miércoles, un tremendo caso que ya les puso los pelos de punta a todas las empresas telefónicas que compiten con Telcel. La semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación difundió el proyecto de resolución elaborado por el ministro Javier Laynez, en relación con las tarifas de interconexión que se discutirá y resolverá pasado mañana. Se trata del amparo interpuesto por Telcel en contra del Congreso de la Unión, con motivo de la prohibición de cobro que se impuso en la Ley Federal al agente económico preponderante de telecomunicaciones, por el tráfico que termine en su red. La resolución, de acuerdo con el susodicho proyecto, podría afectar los precios actuales de los servicios de telecomunicaciones y la capacidad de inversión de sus competidores; de paso, pondrá un petardo en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, por la falta de certeza en las inversiones de nuestro mayor socio comercial. Uno de los argumentos de Laynez señala que Telcel ha visto afectada su estabilidad financiera; que su libertad de comercio fue limitada de manera irracional, y que le es imposible replicar las ofertas de sus competidores, por lo que está siendo desplazada del mercado arbitrariamente. ¡Pobrecito Don Carlos! Los especialistas en la materia preguntan:  ¿Vale la pena para el Estado mexicano eliminar los beneficios de la reforma en telecomunicaciones en perjuicio de los mexicanos, por privilegiar el bolsillo de un solo empresario? La competencia actual ha traído beneficios, ya lo dijeron competidores como AT&T y Telefónica, entre otros, en un desplegado publicado el jueves pasado;  y han dejado claro tanto ellos como muchos expertos, que el fundamento constitucional existe para que el Congreso determine la prohibición litigada por América Móvil-Telcel. Tan es así, que esto ya había sido validado previamente por un Juez Federal al decidir que el amparo de ese consorcio no procedía. Sin embargo, parece que a Laynez “le valieron gorro” todos los razonamientos del susodicho juez y decide “meterle el pie” a la Reforma en Telecomunicaciones, una de las pocas reformas estructurales que ha dado resultados hasta ahora, en un momento en que la inflación, las condiciones económicas e incluso políticas del país son frágiles. ¿Se le habrá olvidado al ministro Laynez la importancia de aplicar una política pública? ¿Se olvidó también que el Congreso tiene facultades de establecer reglas para implementar sus reformas? Seriedad y responsabilidad, señores ministros, exigen los protagonistas de la industria y los usuarios quienes les recuerdan, por si lo habían olvidado, que una cosa es la tremenda corte de “Tres Patines”, Luz María “Nananina”, “Rudecindo”, et al, y otra la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es el máximo tribunal en la materia. Columna anterior: PRI cambia de lema