Con 2,186 homicidios dolosos, mayo de 2017 se convirtió en el mes más violento del que se tenga registro en los últimos 20 años. Este número corresponde a las carpetas de investigación que iniciaron las procuradurías estatales luego de denunciarse algún crimen. Aunque es muy alta, podría no ser la cantidad real, dado el subreporte de cifra negra que practican algunas fiscalías.
No hace mucho en este Acceso Libre deslizábamos el fracaso al que se enfilaba la política de seguridad del gobierno del Presidente Peña, que en campaña prometió que “las cosas se harían diferentes”. Decíamos entonces que este año pinta para ser igual o más sangriento que los vividos en la administración de Felipe Calderón. La estadística no desmiente a los expertos.
Buscando una explicación oficial, el Comisionado Nacional de Seguridad nos regaló otro dato en contra del nuevo sistema de justicia penal: 7 de cada 10 homicidios dolosos se cometen con armas de fuego. Desde el año pasado, el articulo 19 de la Constitución impide dar cárcel preventiva a aquellas personas detenidas en posesión de armas, sean pequeñas, o un cuerno de chivo o una Barret calibre 50. Renato Sales dice que si se libera a un homicida, es muy seguro que vuelva a matar. En el congreso ya hay una iniciativa para que esto se modifique. A ver cuándo la ven los legisladores.
Pero los embrollos del nuevo sistema penal no son la única causa para volver a ver estas escandalosas cifras. Hay omisiones, errores y malas decisiones que nos tienen otra vez frente a la realidad de un país violento, o es que tal vez nunca nos movimos de ahí. No tenemos nuevas ni mejores corporaciones policiacas, la concentración de las funciones de seguridad en Gobernación no ha resultado y no se han golpeado las finanzas de los cárteles más poderosos. Y esto se traduce en entregarle cada vez más territorios a la delincuencia.
Le pregunto al Comisionado si no es hora de ser más audaces y cambiar a estrategia. Si, como dicen algunos analistas, es tiempo de revisar la política prohibicionista. Me responde que “habría que revisar si nuestra política es la correcta” y pide “ser más claros y plantear nuevas propuestas”.
Las propuestas está ahí hace tiempo. Qué hacer con la mariguana, la amapola y otras drogas que se podrían legalizar.
Ya va siendo hora de darle cauce a esas propuestas. Antes que tengamos meses con 3 mil, 4 mil muertes violentas. Antes de que el Presidente Peña se vaya en medio de un país bajo fuego.
CONTRASEÑA: Mucha irritación causaron las declaraciones de Enrique Peña Nieto en Jalisco al referirse al caso de espionaje contra activistas, periodistas y defensores. Anticipándose al resultado de las investigaciones, exculpó a su gobierno y habló de aplicar la ley a quienes “han levantado falsas acusaciones” . Dijo que incluso él “se ha sentido espiado”… no sé si para consuelo o preocupación.
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