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Videgaray sigue aprendiendo como canciller

Se le vino una crisis con el gobierno de Venezuela. A pesar de que la embajadora intervino en actos políticos nacionales no ha sido llamada a cuentas.

OPINIÓN

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María Lourdes Urbaneja Durant, embajadora de Venezuela en México, estuvo en un acto en la Escuela de Formación de Cuadros de Morena. Luego la embajada, desafiando los protocolos diplomáticos y la soberanía, lo presumió en fotos: “Celebramos el acompañamiento del Partido Morena, su solidaridad y apoyo irrestricto a la Revolución Bolivariana ¡Viva México y Viva Venezuela”, tuiteó. La última vez que 2 embajadores del mismo país intervinieron a favor de López Obrador y Marcelo Ebrard fueron expulsados. En 2006 en una entrevista con el diario La Crónica el embajador Lino Martínez vio en Andrés Manuel a “un líder con la capacidad de organizar al pueblo, que no está organizado, y dotarlo de un ideal de lucha para las peleas que están por venir”. La cancillería de Luis Ernesto Derbez habló con el reportero que hizo la entrevista, le pidió una copia de la grabación y una vez corroboradas las declaraciones llamaron a cuentas a Martínez. La Cancillería además emitió una nota diplomática y el gobierno de Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, tuvo que disculparse por la intervención de su embajador, quien días después hizo maletas y abandonó el país. Unos meses después, el sucesor de Martínez de oficio periodista y de nombre Vladimir Villegas acudió a un acto político en Coyoacán que sostuvo con Marcelo Ebrard, entonces secretario de Desarrollo Social del gobierno de López Obrador en DF. El pretexto era conmemorar el fallido intento revolucionario de asalto al cuartel Moncada en la Habana, pero la actividad se convirtió en acto político: el aspirante al GDF mostró simpatía y respaldo hacia el gobierno venezolano y Villegas además de agradecer la solidaridad dio su apoyo a Ebrard. Derbez volvió a tomar el caso: reprobó la injerencia política mediante una nota diplomática que envió a Venezuela al considerar que Vladimir rompió las reglas de la diplomacia y advirtió su decisión de no permitir ningún tipo de intervención extranjera en asuntos políticos. Luego Vladimir se tuvo que ir. Nada más duró 5 meses. Hasta anoche la Cancillería no había emitido nota diplomática sobre la participación de la embajadora Urbaneja, quien borró los tuits del evento en que aparece con el dominicano y residente mexicano Héctor Díaz-Polanco, de la comisión de Morena, y a quien el gobierno de Nicolás Maduro le dio el año pasado el premio Libertador al Pensamiento Crítico, creado por Hugo Chávez. A Videgaray se le salió de las manos el asunto diplomático que empeoró a partir de que dijo en Miami: “Venezuela no es una democracia y estamos viendo rasgos francamente autoritarios”. Golpe bajo: Solidaridad al periodista Luis Alberto Medina, quien por sexta vez en 7 años ha sido sacado del aire en Hermosillo, Sonora. #NoAlSilencio. Columna anterior: El fiscal bocón de Michoacán