Oficinas vacías, luces apagadas, pasillos silenciosos, cuatro coches en el estacionamiento, ese es el PRI en la Ciudad de México un edificio solo, sin priistas. En la capital del país, el tricolor es la cuarta fuerza política y no ha podido construir una propuesta que atraiga a nuevo electores.
Hay una dirigencia local que tendría que haberse renovado el año pasado, pero ese no es tema en la agenda del tricolor que esta concentrado en las elecciones del Estado de México. Al final no urge, porque en el PRI capitalino nada se mueve desde hace mucho tiempo.
La idea del presidente Enrique Peña Nieto de rescatar del olvido a Rosario Robles y llevarla al gabinete era construir un proyecto político en la capital, atraer nuevos perfiles, con un discurso que generara empatía con la gente y romper el rechazo que ha vivido el tricolor en la ciudad desde hace casi 20 años.
Bajo esa lógica hicieron diputada local a Mariana Moguel Robles por el distrito XXXIV, que se ubica en los límites de Tláhuac y Milpa Alta, después le entregaron la presidencia del PRI-DF en diciembre de 2015, para que concluyera el periodo de Mauricio López que había sido electo de 2012 a 2016.
En su toma de protesta Mariana Mogel ofreció convertir al PRI en la primera fuerza política para el 2018, pero no se ve como va a cumplir ese ofrecimiento. Por el contrario, los votos del tricolor siguen a la baja. En las elecciones del 2015 se fueron a la cuarta fuerza política con 370 mil 429 votos; en las elección del Constituyente sólo sumaron 150 mil 328 sufragios.
A Moguel se le ha visto más como diputada que como dirigente, pues no hace activismo político en el territorio, su ausencia en la sede del partido se entiende cuando no hay una sola conferencia prensa registrada en el portal del PRI capitalino; pero ella buscará ser la próxima delegada de Milpa Alta, donde actualmente gobierna el tricolor.
La apuesta del presidente Enrique Peña para revivir a su partido en la ciudad no funcionó y el grupo que se ha mantenido activo desde hace mucho es el de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, pero a los priistas les cuesta trabajo reconocerlo.
Como si les avergonzara el origen y las formas de Gutiérrez de la Torre, a este priista siempre lo han puesto por debajo de otros políticos con una imagen diferente entiéndase Beatriz Paredes, María de los Ángeles Moreno, Mauricio López, ahora Mariana Moguel.
El grupo de Gutiérrez dela Torre puede tener la secretaría general del PRI con Tonatiuh González y la coordinación del tricolor en la ALDF con Israel Betanzos, pero no crecen en presencia política; las formas del heredero del Rey de la Basura no empata mucho con los capitalinos.
Cuando la disputa electoral de la ciudad se centra en dos partidos Morena y PRD, al PRI sólo le queda ser espectador, aunque algunos en la sede de Insurgentes Norte lo ven más muerto.
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