Haz tu denuncia aquí

En el PRI no han aprendido

OPINIÓN

·
Al dejar la presidencia del PRI en junio del año pasado, Manlio Fabio Beltrones dejó marcados los puntos que, según él, le darían viabilidad al partido en los próximos años. Acciones que les permitirían obtener oxígeno extra para llegar a las elecciones de 2018 y defender lo alcanzado con la reformas estructurales aprobadas en este sexenio. “Es imprescindible, diría que es urgente y prioritario, que reforcemos la rendición de cuentas de los servidores públicos, legisladores y gobernantes que emanan de las filas del PRI. Que oigamos y atendamos las demandas de castigo a la corrupción y a la impunidad”, sentenció y sugirió que tendrían que cambiar acciones y actitudes para poder reconectarse con la ciudadanía. Poco de lo recomendado en el discurso de despedida del sonorense se ha tomado en cuenta y los resultados de las elecciones del próximo 4 de junio ahondarán la crisis tricolor. En gran medida se debe al papel que ha tomado el dirigente Enrique Ochoa Reza. Más en las denuncias por malos manejos que se han centrado en la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez. Desde que se conocieron los videos con los moches recibidos por Eva Cadena, Ochoa ha tomado la bandera de la lucha contra la corrupción con argumentos endebles. Me ha tocado verlo y escucharlo estos días en varias entrevistas en radio y televisión dando un mensaje que llega hueco, vacío, nada convincente, incluso para los propios priistas. Sus escritos en redes sociales son objeto de burla y descalificación. ¿Cómo se atreve a señalar la corrupción el actual presidente del partido de los corruptos? es la réplica constante (claro, con otras palabras) en las cuentas del líder tricolor. Tomar la lucha anticorrupción para atacar a Andrés Manuel Lopez Obrador podría costarle caro, más si comprobamos que en su partido no miden con la misma vara el caso de desafuero de la legisladora exmorenista, con el del diputado veracruzano del PRI Tarek Abdalá, ligado a las tropelías de Javier Duarte. Tal vez sea que Ochoa poco pueda hacer ante de una ola antipriista que creció mucho en los últimos meses, no sólo por la corrupción y los escasos resultados al combatirla, también ante la creciente molestia por el gasolinazo, la situación económica, la violencia presente en muchas regiones y la impunidad, amén de la imagen poco popular del Presidente Peña. Triste destino para alguien a quien hace meses ungieron como el revitalizante del nuevo PRI y que quizá dentro de poco, tenga que estar preparando maletas. Contraseña: Morena tiene ya previstos los escenarios para los días posteriores al 4 de junio, particularmente en el Estado de México. Por si gana, conformando un equipo de gobierno con resistencia… o por si pierde, con el estallamiento del conflicto electoral la noche del mismo domingo de la jornada electoral. Columna anterior: Alerta: seguirán matando periodistas