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La decisión de Josefina

OPINIÓN

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Por segunda vez Josefina Vázquez Mota enfrenta al enemigo en casa.

En el gobierno de Fox peleó con Martha Sahagún y el intervencionismo de la esposa del presidente en el diseño de la  política social.

Ahora, además de concentrarse en sus rivales de Morena, del PRI y del PRD en el Edomex, Vázquez Mota enfrenta ante todo a Ricardo Anaya, el presidente del PAN que quiso construir la parte final de su candidatura a la presidencia sobre el fracaso de su partido en el estado del presidente Peña, y del cadáver político de la ex secretaria de Desarrollo Social.

Anaya nunca respaldó, desde el principio, que Vázquez Mota atacara a Del Mazo. Su instrucción fue inequívoca: “Concéntrate en Delfina”. “Ataca a Morena”. “Esta elección es un referéndum contra López Obrador”.

Vázquez Mota siguió al pie de la letra el guión de Anaya: en el primer debate atacó a Delfina y olvidó a Del Mazo. Después presentó denuncias contra la candidata de Morena aquí y allá y sólo lanzó unos jabs tibios contra el candidato del PRI.

Pero los cálculos de Anaya (léase el Pacto de Los Pinos) falló, y antes del segundo debate, todos los integrantes del cuarto de  guerra de Vázquez Mota le advertían: “Te estás hundiendo”, “Delfina va para arriba y Del Mazo flota”.

Vázquez Mota echó a la basura el guión de Anaya y vapuleó a Del Mazo en el segundo debate: lo acusó de proteger a narcos en el Estado de México y se olvidó de Delfina, la candidata de Morena, una maestra que tiene encantado a López Obrador por la manera en la que conecta con la gente.

Después de ese día, la candidata del PAN ha aprovechado todas las entrevistas para jugar a la pera loca con Del Mazo y golpearlo por todos los flancos posibles.

Vázquez Mota decidió blindarse dentro del PAN y por eso modificó su estrategia, lo cual enfureció a Peña y a Del Mazo, y detonó un vendaval de airadas protestas de su parte contra Ricardo Anaya y el pacto roto en el Estado de México.

La candidata panista y su equipo esperan una encuesta interna para saber cuál es su posición, y a partir de esto tomar una decisión. Vázquez Mota inició con 22 puntos y ahora está 9 abajo; Zepeda comenzó en 3 y está casi en 17, y de acuerdo con las tendencias podría superar los 20 puntos.

Con esos números lo natural es que lo que habían conversado Alejandra Barrales y Ricardo Anaya hace dos meses suceda justo en sentido opuesto, y que la presidenta del PRD llame al PAN para pedirle que decline en favor de Zepeda.

Aliados, PAN y PRD asegurarían el segundo lugar en el Estado de México.

Vázquez Mota ya sabe que a menos que suceda un milagro, tiene la elección perdida, y ahora lo que desea es hacer corresponsable a Anaya de una derrota que podría tirar a la borda las aspiraciones del PAN en 2018.

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