Desde Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, Guerrero, familias de colectivos de búsqueda se unieron a la Vigilia y Luto Nacional por las víctimas que fueron privadas de la vida en los campos de exterminio en Teuchitlán, Jalisco.
“Exigimos que se realicen investigaciones exhaustivas para esclarecer los hechos y determinar si este crematorio tiene relación con casos de desaparición en el estado de Jalisco y en otras partes del país”, clamó Emma Mora Liberato, madre buscadora y presidenta del colectivo Familias de Acapulco en busca de sus desaparecidos.
Desde al antimonumento “La Esperanza”, la activista señaló que el caso de Jalisco, no es el único en la República y expuso que en Guerrero “hay muchos Teuchitlán, tan solo en Acapulco, el parque nacional de El Veladero es una gran fosa clandestina, donde hemos buscado y encontrado, pero aún hay puntos que faltan por intervenir”.
Samantha Colón, esposa buscadora del colectivo “Fe y Esperanza de encontrarles en Guerrero”, expuso que en el puerto “como colectivos tenemos conocimiento de zonas donde hay fosas clandestinas pero no podemos entrar porque las propias autoridades nos dicen que son zonas calientes”.
“Las propias autoridades nos dicen que ahí no entremos, si ellos tienen miedo, ¿qué nos puede esperar a nosotras”, reprochó Patricia Retana, también integrante del colectivo y madre buscadora.
Denunció que los puntos donde los colectivos no han podido rastrear a sus seres queridos se debe a que son áreas con presencia de grupos delictivos.
A pesar de la magnitud del caso, expusieron que a través de un comunicado de las autoridades de Jalisco, se les notificó que solo tres integrantes por colectivo podrán ingresar a identificar indicios, una vez que se terminen todas las diligencias de la Fiscalía General del Estado.
En Acapulco, las familias colocaron veladoras y decenas de pares de zapatos, zapatillas, sandalias de correa, tenis y fotografías de hombres y mujeres que salieron de sus hogares pero jamás volvieron.
Las madres, esposas, hermanas y demás familiares pidieron en oración “a quienes se llevaron a nuestros seres queridos, nos dejen encontrarles, permítannos buscarles”, rogó la madre buscadora Patricia Retana, quien desconoce el paradero de su hijo José Ismael Martínez Retana.
El joven salió a bailar con su novia y amigos a un antro en playa La Condesa en 2022 y ya no regresó.
En los zócalos de Chilpancingo y Zihuatanejo también se colocaron veladoras y fotografías, desde aquí lamentaron que entre las víctimas del rancho Izaguirre se encontraron los primeros restos de una víctima de desaparición originaria de la región Montaña de Guerrero.