Es importante conocer que la ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, tiene por objetivo establecer las reglas mínimas de comportamiento cívico y determinar las conductas por las cuales las personas pueden ser sancionadas con infracciones cívicas. Allí también se explica qué sucede cuando el ciudadano comete una infracción cívica y cuáles son las sanciones. Vale mencionar que estas últimas se dividen en cuatro categorías: amonestaciones, multas, arresto y trabajo comunitario.
El artículo 5 de la ley de Cultura Cívica de CDMX denomina espacios públicos a lugares como plazas, parques, calles, avenidas, jardines o áreas verdes; inmuebles públicos o privados de acceso público como mercados, cementerios, centros deportivos o espectáculos. También a inmuebles públicos destinados a la prestación de servicios públicos; inmuebles, espacios o vehículos destinados al servicio público de transporte, como lo es el metro. Si viajas en este medio, toma nota sobre tu comportamiento para evitar contratiempos y sanciones.
Estas son las sanciones en el metro de la Ciudad de México
Para evitar multas o arrestos en el metro de la CDMX, es fundamental conocer y respetar la Ley de Cultura Cívica. Desde comportamientos prohibidos hasta la correcta transportación de animales, te ayudará estar informado para tener inconvenientes legales. Actos como ingerir bebidas alcohólicas, efectuar actos sexuales o participar en riñas son considerados infracciones graves.
La infracción se puede pagar con el equivalente a la Unidad de Medida (que corresponde a 108,57 pesos, unos seis dólares, de acuerdo con el Diario Oficial de la Federación) y puede ir de 1 a 40 veces la Unidad, arresto desde 6 hasta 36 horas o trabajo a favor de la comunidad de 3 a 18 horas. Sin embargo, algunas conductas llevan sanciones más severas y no tienen oportunidad de saldarse con una multa monetaria, forzosamente tendrá que ser por horas de arresto o trabajo comunitario.
En redes sociales, especialmente en X, es común ver denuncias sobre la aplicación de estas medidas. Un caso reciente involucró a un hombre con un perro en el metro, quien fue obligado a salir por no cumplir con las normas de transporte de animales. La ley permite viajar con animales solo si se toman las medidas de seguridad necesarias para evitar ataques o incidentes.