El feminicidio de Judith Vianey, enfermera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), conmocionó al estado de Oaxaca, la Fiscalía General del Estado, encabezada por Bernardo Rodríguez Alamilla, informó que la víctima, quien desapareció el 22 de octubre y fue encontrada sin vida, tenía más de siete años de conocer a su presunto asesino, también trabajador del sector salud.
El imputado, identificado como un enfermero cuya relación cercana con Vianey y su familia era conocida, fue detenido tras una exhaustiva investigación. El fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla, a través de una conferencia de prensa, proporcionó los pormenores del caso. Judith Vianey fue vista por última vez el 22 de octubre, cuando abordó un vehículo que no correspondía a un servicio de transporte público.
Las cámaras del Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4) lograron captar el momento en el que la víctima se subía al automóvil de su compañero. La Fiscalía pudo confirmar, a través de la señal de los teléfonos móviles de ambos y del registro de cámaras de seguridad, que se trasladaron hacia Guayapán y luego regresaron a la zona de Santa Cruz Xoxocotlán.
Al ser interrogado por primera vez, el enfermero negó haber tenido contacto con Vianey. Sin embargo, las cámaras del C4 revelaron la presencia de su vehículo en el trayecto seguido por la enfermera, lo cual lo colocó como el principal sospechoso. Luego de confrontar esta evidencia, el enfermero cambió su declaración, admitiendo que sí se había encontrado con Judith Vianey aquel día, aunque ofreció una versión distinta de los hechos.
El sospechoso narró que, durante el tiempo que estuvieron juntos, la enfermera se sintió mal, se retiró al baño y, según él, sufrió una caída que le provocó la muerte instantánea. Aseguró que, al regresar a la habitación, la encontró inconsciente y sin signos vitales, lo que lo llevó a entrar en pánico. Explicó que, por miedo a ser incriminado, decidió enterrar el cuerpo en su propiedad en Santa Cruz Xoxocotlán, en un pequeño patio trasero.
Las declaraciones no coinciden con los hechos
Los resultados de la necropsia practicada por la Fiscalía de Oaxaca desmintieron la versión del enfermero. El informe forense determinó que Judith Vianey falleció por asfixia, sin presentar lesiones en la cabeza o rostro que correspondiera con la supuesta caída que el imputado había descrito. Esta revelación desató aún más indignación y dejó en claro que se trataba de un caso de feminicidio.
Por su parte, el equipo forense y de criminalística de la Fiscalía de Oaxaca utilizó diversos recursos tecnológicos, como el rastreo de coordenadas telefónicas y la revisión de cámaras de videovigilancia, para reconstruir el recorrido de la víctima y su agresor. El fiscal Rodríguez Alamilla detalló que estos recursos fueron determinantes para descubrir las inconsistencias en las declaraciones del enfermero.
Fue así como, tras una búsqueda exhaustiva, las autoridades lograron localizar el cuerpo enterrado en el terreno del presunto feminicida. La Fiscalía de Oaxaca aseguró que el proceso penal contra el detenido seguirá su curso con apego a la ley y en total transparencia, con el compromiso de que este feminicidio no quede impune.
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