El centro de la ciudad se llenó de música, risas y aplausos al ritmo de 350 músicos que interpretaron “El Sinaloense” frente a la majestuosa Catedral. El ambiente, cargado de emoción y esperanza, marcó la pauta de lo que fue “Jalemos con la banda”, un evento que no solo unió a la comunidad de Culiacán, sino que llevó un mensaje de solidaridad y fortaleza para más de 800 familias afectadas por la crisis económica en Sinaloa.
Desde temprano, familias completas, jóvenes y adultos mayores comenzaron a congregarse en el lugar. Algunos se acercaban curiosos, otros con la firme intención de cooperar y disfrutar de un día que prometía ser inolvidable. La alegría era contagiosa: los niños corrían entre las bancas, los músicos afinaron sus instrumentos bajo la luz del sol, y los aromas del aguachile preparado desde las cinco de la mañana empezaban a abrir el apetito de todos.
“Esto es Culiacán en su mejor versión”, comentó un asistente emocionado mientras aplaudía al compás de la música. Las notas de “El Sinaloense” resonaron como un himno de unidad, acompañado por el repiqueteo de la banda y los aplausos de una multitud que no dejó de cantar. Para Miguel Taniyama, uno de los organizadores, este momento fue el más especial del día:
“Ver a tantos músicos unidos, tocando con el corazón, fue una postal increíble. Nos recuerda lo fuerte que puede ser nuestra comunidad cuando nos unimos”.
Ofrecen aguachile en las calles de Sinaloa
El evento no solo brilló por la música, sino también por la comida. Una tonelada con 200 kilos de aguachile fue preparada con esmero, un gesto que Taniyama describió como un homenaje para los músicos y meseros que han enfrentado tiempos difíciles. “El aguachile prácticamente voló. Fue un éxito total y una muestra más del gran corazón de nuestra gente”, señaló con orgullo.
Las sonrisas eran la constante entre los asistentes, quienes no dejaron de apoyar con donativos y participar en las actividades. Los niños disfrutaban del ambiente, las parejas se tomaban de la mano mientras paseaban, y los músicos, a pesar del esfuerzo físico, se mostraban felices de ser parte de un evento tan significativo.
El éxito de “Jalemos con la banda” dejó una huella en la ciudad, demostrando que, incluso en momentos difíciles, la alegría y la unión son capaces de transformar. “Esto nos fortalece para lo que viene. Recuperamos nuestras calles, nuestra ciudad, y hoy quedó claro que la solidaridad es el camino para construir paz”, concluyó Taniyama, conmovido por la respuesta de los culiacanenses.
La jornada terminó con abrazos, agradecimientos y una renovada energía entre los asistentes, quienes regresaron a casa con la certeza de que, en Culiacán, el corazón sigue latiendo al ritmo de su gente.
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