Las mujeres son más propensas a verse vulneradas tanto dentro como en torno a los centros penitenciarios de Nuevo León, advirtieron las autoridades del estado.
Al firmar un convenio que busca proteger a las mujeres en estos entornos entre la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaría de las Mujeres, la titular de esta última, Graciela Buchanan, explicó que buscan trabajar en campañas que informen a las mujeres sobre los delitos que pudieran estar cometiendo al “ayudar” a sus parejas o familiares hombres.
“Hay mujeres que son obligadas a ingresar droga, sustancias prohibidas, porque existe todavía un vínculo con la persona que las obliga y chantajea y ejerce violencia psicológica sobre ellas, y sin ser más que víctimas de esa presión, las obligan a ingresar sustancias, armas blancas y otro tipo de instrumentos, que hace terminen privadas de su libertad”, mencionó la titular de la Secretaría de las Mujeres.
Aunado a esto, el Secretario de Seguridad Pública, Gerardo Palacios Pamanes, insistió en la importancia de reformar las leyes en el estado pero con perspectiva de género, ya que los delitos cometidos por mujeres, muchas veces presionadas por hombres en sus vidas, conllevan penas “demasiado altas”.
Insistió también en que es preocupante cómo se ha incrementado el número de mujeres privadas de su libertad en centros penitenciarios en el estado en los pasados años; reveló que actualmente se tiene el registro de 9 mil 712 internos, de los cuales 477 son mujeres adultas y 2 adolescentes.
En comparación, en el año 2007 el número ascendía a 300. Y solo mujeres detenidas por introducir objetos o sustancias a los penales, se ha detenido a 39 en este año, condenó Palacios Pamanes.
“Yo quisiera reflexionar en la necesidad de juzgar con perspectiva de género, de hacer reformas porque los delitos cometidos por mujeres tienen penas muy altas”, detalló.
Por su parte, Buchanan coincidió en la importancia de atender esta problemática, considerando el papel que juega una mujer en la sociedad, y al estar privada de su libertad se rompe con una dinámica esencial en las familias.
Revelaron que los datos arrojan que las mujeres reciben más rechazo por parte de sus familiares al estar internadas en los centros penitenciarios, ya que es más probable que sus parejas e hijos no las visiten, caso contrario a lo que sucede con los hombres.
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