Nueve maestras, una de ellas embarazada, son las que diariamente deben cruzar la laguna de Champayán y el río Tamesí para llegar a las escuelas donde decenas de alumnos los esperan para aprender nuevas cosas
Mientras que en la ciudad de Altamira, los profesores acuden en su vehículo, ellas deben subirse a una lancha y tardan hasta 45 minutos para arribar a los planteles que se localizan sobre la margen del Tamesí, lugar apartado donde hay 150 alumnos de diferentes grados.
"Es un reto porque a veces son días difíciles, días de norte, de frío, de calor, es un reto ir, vamos y venimos. Los papás viven de la agricultura y ganadería y de la pesca, debemos ser conscientes" , explicó en entrevista la maestra y directora de la Telesecundaria "Eusebia Banda", María Antonia González Cortés.
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Para esto, los padres de familia se organizan para recoger a las profesoras en la rampa que hay en la laguna de Champayán, mientras que la administración municipal apoya con el combustible para las embarcaciones"tardamos entre 30 y 40 minutos, aparte la venida, los padres de familia nos llevan, ellos ponen la lancha y el municipio la gasolina".
Para dos de las maestras es una nueva experiencia en este ciclo escola, pese a las dificultades, reconocen que están emocionadas por llevar las clases a esta zona.
"A distancia no son iguales las clases, yo estoy muy a gusto acá, en la ciudad el maestro llega en coche, acá es necesario atravesar la laguna y el río Tamesí", finalizó.
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