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Inauguran el Museo del Meteorito, un mausoleo a los dinosaurios en Yucatán

Se trata del Museo del Meteorito que recientemente abrió sus puertas tanto para los visitantes locales como para los turistas de todo el mundo

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Se trata del Museo del Meteorito que recientemente abrió sus puertas tanto para los visitantes locales como para los turistas de todo el mundoCréditos: Foto: Pxhere

Progreso, Yucatán.- Hace 66 millones de años cayó en Chicxulub un meteorito que provocó la quinta gran extinción en la Tierra que mató a los dinosaurios. Hoy día se ha levantado un mausoleo dedicado a dichos animales, justo en esa zona de impacto, en el municipio yucateco de Progreso.

Se trata del Museo del Meteorito que recientemente abrió sus puertas tanto para los visitantes locales como para los turistas de todo el mundo, el cual ofrece una experiencia inmersiva para conocer la historia del planeta y de esos seres que vivieron hace más de 200 millones de años.

El paleontólogo Arturo González González, quien formó parte del equipo encargado de la museografía y el concepto de este sitio, declaró que la idea fue crear un espacio que cuente lo sucedido en Chicxulub cuando un gran bólido chocó contra la Tierra.

“El meteorito tenía 12 kilómetros de diámetro y generó un cráter de más de 150 kilómetros, es decir, casi toda la población de Yucatán vive dentro de él. Claro, en ese tiempo este lugar era mar y ahora el cráter está a un kilómetro de profundidad, por eso las huellas las podemos observar en los anillos de los cenotes”, recordó el especialista.

Aunque en esta región no vivieron los dinosaurios, sino más bien reptiles marinos que habrían muerto de forma instantánea en el impacto, las investigaciones arrojan que fue precisamente en Chicxulub en donde inició el cataclismo que los extinguió. Toda esa historia se cuenta en el Museo, desde lo relacionado con la teoría del Big Bang hasta los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurios en el desierto del norte de México.

Arturo González explicó que el objetivo es que dicho museo se convierta en un homenaje, monumento o mausoleo de estos animales que habitaron el planeta, por eso también en sus áreas exteriores se exhiben cinco grandes esculturas de fósiles mexicanos descubiertos por científicos y que poca gente conoce.

El investigador, quien también es el director del Museo del Desierto en Coahuila, destacó que en este nuevo espacio se exhibe una réplica del Monstruo de Aramberri, un reptil marino de 18 metros de largo que fue descubierto en Monterrey en la década de los 80; así como la de el Quetzalcoatlus Nortrophi, uno de los animales voladores más antiguos de la Tierra que medía 12 metros de ala a ala.

El Museo, que se construyó en el Malecón de Progreso y que está enfrente del mar del Golfo de México, también cuenta con evidencia fósil real del planeta con más de 4 mil 500 años que los visitantes pueden tocar. Además, tiene un túnel del tiempo que transporta a 80 millones de años hacia atrás para conocer la grandeza y la diversidad de los dinosaurios.

El concepto es totalmente inmersivo y por eso se utiliza tecnología de punta, por lo que la historia se cuenta a través de mappings y realidad aumentada, como en la sala del Minuto Cero, en donde se recrea el momento del impacto del meteorito. Y para incentivar a las niñas y a los niños a que se acerquen a las ciencias, cuenta con un campamento paleontológico y un laboratorio de genética.

También hay tabletas digitales para que los invitados diseñen su propio dinosaurio, y se exhiben figuras con sonido y movimientos robóticos de especies como tiranosaurios, espinosaurios, dilofosaurio, triceraptor y triceratops, cada uno con información acerca de sus características.

“La idea es que se pueda interactuar con todo lo que hay adentro y tocar con responsabilidad, que sea una nueva versión de un museo en donde no haya vitrinas ni cédulas aburridas, sino que sea un espacio dinámico que te muestre la historia de una forma increíble y en los cinco sentidos. Tiene la calidad educativa, la tecnología y la experiencia que puede sorprender a cualquiera a nivel mundial”, sostuvo Arturo González.

La construcción del edificio estuvo a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y el Gobierno de Yucatán fue el encargado dela museografía y la instalación, además de que lo opera a través del Patronato Cultur. 

Muy rápidamente se está convirtiendo en un espacio para presumir lo ocurrido en Chicxulub, el impacto que cambió la vida del planeta, así como el trabajo que se realiza alrededor del patrimonio fósil de México. 

“Y no sólo es un museo para conocer las primeras páginas de la historia de la Tierra, sino que los recorridos cierran con una experiencia 3D en el que los visitantes podrán reflexionar acerca de la sexta extinción, la que estamos provocando los humanos en la actualidad. Se trata de una reflexión para empezar a tomar medidas que permitan dejar un futuro decente a las próximas generaciones”, finalizó el paleontólogo.

 

MAAZ