Se celebró en la capital del estado la misa de cuerpo presente encabezada por el arzobispo de Chihuahua, Constancio Mirando Weckmann, en el cual despidieron este sábado a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, mejor conocidos en la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, como los padres “Gallo” y “Morita”, quienes fueron asesinados el pasado lunes.
La misa dio inicio al mediodía, donde miembros de la etnia Rarámuri honraron y despidieron a los padres con una danza típica de ellos. Posteriormente, colocaron rosas blancas sobre los féretros.
En su mensaje, el sacerdote Javier “Pato” Ávila reconoció el trabajo que los sacerdotes jesuitas realizaron en las comunidades de la Sierra Tarahumara y llamó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a replantear la estrategia de seguridad pública y puntualizó: “Ya los abrazos no alcanzan a parar los balazos”, lo cual generó un gran aplauso entre los feligreses.
Los cuerpos de los sacerdotes serán trasladados al poblado de Cisoguichi en el mpio de Urique lugar donde recibirán sagrada Sepultura.
FOTO: Federico Guevara
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