Alejandra es un a de las más de 11 millones de mujeres que trabajan al doble, pues a la par de ser el principal sostén en su hogar, también se encarga de ser madre y ama de casa.
Trabaja en el Metro desde hace más de tres décadas. Comenzó en esta labor como taquillera y a lo largo de los años se ha ido capacitando para convertirse en técnica electromecánica.
El gusto por los mecanismos y el funcionamiento de las cosas lo adquirió durante su infancia, en la cual pasaba el tiempo desarmando sus juguetes y convirtiéndolos en algo más.
Sus hijos han aprendido a entender su trabajo, pues lo lleva a cabo en la madrugada, en Navidad, Año Nuevo e incluso en la temporada vacacional.
Alejandra forma parte del equipo que se encarga de brindar mantenimiento en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, uno de los métodos de traslado más importantes en la capital y el cual se encargó de llevar a su destino a al menos 837 millones 473 mil 413 usuarios en 2021.
La fuerza laboral femenina del Metro es la más grande del país, pues en sus instalaciones trabajan más de cinco mil mujeres, de las cuales cuatro mil 160 son madres de familia.
Tener esta doble vida ha sido un reto para Alejandra, quien además de desempeñarse profesionalmente ha tenido que lavar, planchar, hacer de comer, ir por sus hijos a la escuela y todo tipo de actividades que la califican como una mujer todoterreno.
“No saben lo que uno tiene que ir corriendo”, es la frase con la que resume un día típico en el que debió ir por sus hijos a la escuela.
Solamente hay dos mujeres, incluyéndola, en su departamento, pero desde que ellas son parte del equipo se han dado prestaciones como guarderías o tiempos de lactancia más largos.