Reina viajó más de dos mil 774 kilómetros desde Tijuana hasta la Ciudad de México para ser una de las primeras personas que entre al estadio Azteca para el concierto que dará Bad Bunny. Al igual que varios de los fans del artista ha pernoctado en una casa de campaña y lo seguirá haciendo hasta que se abran los torniquetes el próximo viernes.
El plan que tienen los jóvenes en el lugar es esperar a que se permita la entrada y correr hasta el punto más próximo en el escenario para poder cerrar la brecha entre ellos y el intérprete de "Me porto bonito".
“Es un concierto al que todos queremos entrar”, asegura la fanática, quien gastó ocho mil pesos en los boletos que le permitirán estar en la zona VIP.
En la fila hay personas que vienen desde Cancún, Guerrero y otros puntos de la República Mexicana. Reina fue una de las afortunadas que pudieron comprar el ticket de manera legal desde página oficial en febrero.
No obstante, los que desean obtener una de las entradas tendrán que pagar hasta 40 mil pesos a algún revendedor que se encargue de lucrar con estos productos.
Las personas en el lugar se enfrentan a las inclemencias del tiempo, ya que por las tardes hace mucho calor y por las noches el frío invernal no cede. Para alimentarse, algunos comen atún o compran algo en los puestos ambulantes.
Para mantener seguros a los fanáticos, se ha desplegado un discreto operativo de seguridad para evitar que algún delincuente quiera aprovecharse de ellos.