“Van a buscar un costal”, fue la frase clave de un testigo para que la Fiscalía General de la República, a través de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA) comenzara la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa en la Barranca de La Carnicería, en Cocula, Guerrero.
Acceder no fue sencillo, sólo sabían, por testigos, que en el lugar se arrojaron varios costales, pero el 19 de noviembre de 2019, en la primera diligencia, no se encontró nada.
Varios días después hallaron un pequeño rastro del costal blanco que les habían mencionado, por lo que se intensificaron los trabajos en la zona, hasta que encontraron los primeros restos óseos que estaban quemados.
Buscaron en ocho mil metros cuadrados y encontraron 187 restos óseos, entre estos, uno de 2.3 gramos de un pie derecho, que pertenece al estudiante Christian Rodríguez.
Aproximadamente a 40 metros de distancia, y casi un año después, fue encontrado el resto de una vértebra lumbar que permitió la identificación del normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz.
No todos los restos hallados estaban quemados.
A cinco días de que se cumplan siete años de la desaparición de los normalistas, el titular de la UEILCA, Omar Gómez Trejo, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, mostraron algunos puntos clave de la Barranca de La Carnicería, principalmente los lugares donde fueron encontrados los restos de Rodríguez Telumbre y Guerrero de la Cruz.
Este lugar se encuentra a 800 metros del basurero de Cocula. A pesar de la pandemia, esta unidad no detuvo la búsqueda de indicios.
La Barranca de La Carnicería está resguardada permanentemente por elementos de la Guardia Nacional, y la búsqueda en el lugar continúa.
Encinas señaló que se han realizado 53 acciones de búsqueda en ocho municipios de Guerrero.
MAAZ