El PRD regresó a su etapa de disputas ante los resultados electorales. El dirigente estatal, Cristian Campuzano Martínez removió a tres titulares de dirección, quienes iniciarán quejas y lo acusan por violencia política, como insisten en que renuncie al considerar que responde a los intereses de “Los Chuchos”.
El secretario general perredista, Javier Rivera Escalona encabezó la denuncia y acusó que se trata de una represalia por exigir la separación de Campuzano Martínez y quien acusó, se opone a convocar al Consejo Estatal.
El perredista estuvo acompañado de los ex titulares de la Unidad de Transparencia, Leticia Bautista Villavicencio; de la Coordinación de Patrimonio y Administración, Norma Lojero Valencia; y del representante electoral, José Antonio Lira Colchado.
Bautista Villavicencio reprochó que trabajó pese a que no hay cultura de transparencia y su separación no fue motivada y fue indebida. Arremetió que tienen un dirigente misógino con doble discurso.
Lojero Valencia se quejó que no tuvo audiencia y no hubo evaluación de lo desempeñado en el cargo. Por lo que reclamó que el líder pisoteará su dignidad. Lira Colchado coincidió que hubo irregularidades y pidió se cumpla los requisitos legales para hacerse los cambios.
Javier Rivera Escalona anunció que promoverán la queja ante Órgano de Justicia Intrapartidaria (OJI), pero también ante los tribunales federales por lo que invocarán a la figura de per saltum, para que se resuelva con agilidad.
Señaló que Cristian Campuzano Martínez no quiere dialogar y de manera irregular convocó a sesión a la Dirección Ejecutiva estatal que carece de dos secretarios, por lo que la votación para remover a perredistas, no se apegó a las dos terceras partes al ser únicamente cinco votos.
Recriminó que quiere evitar que convoque a Consejo Estatal que es una de las tres maneras para iniciar la renovación de la dirigencia, pero también servirá para poner en orden la vida interna del partido.
Remató con que está rompiendo el acuerdo político y violando la normatividad, por lo que lo llamó “Cristian Chuchín Campuzano”, en referencia a ser de la corriente Nueva Izquierda comandada por Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez.
Niega irregularidades
El dirigente del Sol Azteca, Cristian Campuzano Martínez respondió que están apegados a sus estatutos los cambios, al tiempo que lamentó que la embestida en su contra es una pelea entre grupos políticos y defendió que lo único que quiere es lo mejor para el partido.
Dijo que respetará la decisión de que los perredistas separados de sus cargos partidarios acudan a las instancias correspondientes y si fallan a favor lo acatará. Sin embargo, recalcó que los cambios están argumentados y justificados.
Afirmó que está abierto al diálogo y pidió dejar el debate y la lucha mediática, pero el mensaje es a la militancia, no para los líderes y los que tienen algún cargo, porque son pasajeros.
Puntualizó que tiene ideas propias y lamentó que la campaña en su contra es orquestada por la corriente ADN con el pretexto de desestabilizar y marcar su regreso pese a que no dieron resultados electorales, pero, recalcó, que no caerá en provocaciones.
Finalmente, precisó que está a favor de que se tenga el Consejo Estatal y para ello ya se marcó la agenda de iniciar con un foro para hacer el análisis de lo que ocurrió en la elección.