Una vez que los paciente que han vencido al Covid-19 tienen que enfrentar enseguida un proceso de recuperación que puede demorar un tiempo indeterminado en el cual las secuelas de la enfermedad se hacen palpables; éstas pueden presentarse en varios tipos, tanto físicas como psicológicas.
Las secuelas, y el nivel de afectación, dependen en gran parte de la gravedad con que el paciente haya vivido la enfermedad, así como de la atención médica que haya recibido durante el tiempo que recibió tratamiento. Un paciente que no necesitó internamiento puede no presentar ninguna secuela, mientras que uno que estuvo internado en terapia intensiva puede tener varias secuelas.
Las secuelas que deja el Covid-19 pueden ser tanto por la enfermedad como por la inmovilidad durante su tratamiento y una de las funciones más frecuentemente afectadas después de una recuperación del coronavirus es la pulmonar, y esto se debe a que el tejido se daña y se producen cicatrices haciendo que se vuelva grueso y duro.
Esta condición genera una dificultad para que llegue del oxígeno a los vasos sanguíneos, lo que afectará la respiración del paciente; mientras que el daño causado por la fibrosis pulmonar es evolutivo y no se puede revertir, solo se puede retrasar si se detecta a tiempo, y solo en ocasiones detenerse.
Un diagnóstico temprano, clave para prevenir
Hay que destacar que aunque la mayoría de las personas que se contagiaron o contrajeron Covid-19 presentan síntomas leves y se recuperan fácilmente, no obstante, hay personas que experimentan síntomas más graves y necesitan tratamientos específicos.
Tras evaluar diferentes diagnósticos y dar seguimiento a pacientes recuperados de Covid-19, se determinó que éstos podrían presentar secuelas tanto físicas como psicológicas. Algunas de ellas como dificultad para respirar, tener sensación de mucho cansancio, tos, alteraciones de la voz y dificultad para tragar.
También pueden sentir dolor en el pecho, ritmos cardiacos anormales, dolor muscular de hombros y espalda, miedo y ansiedad, así como dificultad par manejar su estado de ánimo, falta de memoria y concentración e incluso limitación para realizar esfuerzos.
La inflamación que produce el Covid-19 en todo el cuerpo produce que llegue menos flujo al cerebro provocando delirio o sindrome confusional agudo. Mientras que otros pacientes, tras ser internados en la Unidad de Cuidados Intensivos suelen llegar a perder hasta el 20% de su masa muscular, lo que les provocará dificultades para llevar a cabo sus actividades de manera normal hasta un año después de que fueron internados.
Entre las secuelas más frecuentes en los pacientes se encuentran las pulmonares, neurológicas, musculares y mentales. Finalmente cabe destacar que las secuelas físicas más graves, además de evidentes, que han presentado aquellos que contrajeron coronavirus se han presentado en aquellos que estuvieron internados por largos periodos, sobre todo semanas o meses.
mypr