Con hilo rojo y cientos de manos, se denuncian los feminicidios en Jalisco. El telar que encabezó las marchas contra las muertes de mujeres y desapariciones, tanto en la entidad como en todo el país, pasó de medir dos metros, en su primera aparición, a más de 100, tras darse a conocer.
Claudia Rodríguez, una de las integrantes del Colectivo Hilo Rojo, mencionó que tejer es una actividad terapéutica y hacerlo para denunciar la falta de justicia ha atraído a familias que han perdido a un ser querido por la violencia, por lo que suman adeptos en estados como Nuevo León y Veracruz, al igual que otros países, como España, Francia y Suecia.
Puente conductor
“Los hilos son un puente conductor que nos expande y construye. Podemos cambiar, podemos movernos y visibilizar el gran problema que nos aqueja al mismo tiempo de formar lazos. Nos acompañan madres que perdieron a sus hijas, para ellas es una experiencia reparadora, terapéutica y de denuncia”, destacó Claudia.
Pese a la pandemia, el proyecto que se inició en diciembre de 2019 de manera presencial en el Parque Rojo de Guadalajara, Jalisco, se mantiene vigente y sigue atrayendo seguidores mediante tutoriales y convocatorias en redes sociales que buscan crear una red de apoyo.
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Aunque ninguna de las integrantes iniciales pasó por una situación de pérdida al inicio del proyecto, los feminicidios se mantenían como una de las problemáticas sociales más fuertes de ese momento, tendencia que sigue al alza, denunciaron sus integrantes.
Mancha roja
“Queremos crear una mancha roja por todos aquellos que no están y la idea es cargar este tejido y posicionarlo en varios espacios porque es una mancha muy grande, tanto como la omisión de las mismas autoridades”, mencionó.
El gran telar se encuentra en el museo de arte de Zapopan; sin embargo, no es su lugar fijo, pues es un objeto de protesta ciudadana que se hace cada vez más grande.
Por Frida Valencia
avh