La carretera libre que recorre de Mazatlán a Durango tiene uno de los nombres más terroríficos, Espinazo del Diablo, pero también cuenta con algunos de los paisajes más hermosos del país.
Con más de 3 mil curvas, impresionantes formaciones rocosas, barrancos y altura, es uno de los recorridos carreteros en los que podrás encontrar lugares perfectos para subir fotos a Instagram.
Como en todos los casos de lugares enigmáticos, existen diversas leyendas sobre el origen de la carretera.
Según cuentan, cuando Dios expulsó a Lucifer del cielo y éste cayó, llegó directamente a la región y su columna vertebral se convirtió en el camino que hoy se recorre en aproximadamente cinco horas y media.
Otra leyenda dice que en realidad es en donde habita el Diablo y le gusta aparecerse a los viajeros solitarios que pasan por ahí. Finalmente, una tercera leyenda señala que las formas de las piedras y de las barrancas ocasiona que los incautos vean al Diablo.
Sin embargo, la carretera en realidad cuenta con paisajes interesantes y algunas estructuras de movilidad impresionantes.
Por ejemplo, cuenta con el Puente Baluarte Bicentenario, que fue, entre 2012 y 2016 el puente atirantado más largo del mundo y un túnel de casi tres kilómetros de largo.
La ruta es frecuentada por grupos de motociclistas a los que les gusta recorrer esta ruta y desafiar los peligros que puede contener.
Otra cuestión interesante es que como la carretera recorre la Sierra Madre Occidental, tiene puntos en los que se encuentra a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, pero al llegar a Mazatlán, nuevamente llega al nivel del mar.
El principal atractivo es el mirador del Espinazo del Diablo, que tiene una vista única por su altura a 2,400 metros sobre el nivel del mar, con un clima fresco y en la vegetación predominan los pinos y arbustos. Se encuentra entre dos profundas barrancas lo que aumenta la sensación de estar en la cima del mundo.
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