Ante la respuesta masiva de adultos mayores y la pronta atención que recibieron durante el primer día de inoculación contra el COVID-19 en Iztacalco, Tláhuac y Xochimilco, las autoridades estudian implementar definitivamente el esquema de las macrounidades vacunadoras.
“Estas macrounidades de vacunación las diseñamos por el tipo de vacuna, pero creemos ya –como hemos visto a lo largo del primer día—, que tiene mucho sentido hacerlos de esta manera; muy probablemente en las siguientes alcaldías, independientemente de la vacuna, estemos siguiendo este tipo de proceso, pero depende también del número de adultos mayores y la cantidad de personas que se inoculan por día”.
Agregó que en esta ocasión la organización fue mejor, a tal punto que al corte de las 16:00 horas casi 20 mil personas habían recibido su dosis: “Vamos bastante bien, (87 por ciento) hubo mejor organización, los tiempos de espera no fueron mayores a 40
minutos”, dijo.
EL PRIMERO EN IZTACALCO
Las seis hijas e hijos de Rodolfo Ayala, de 73 años, se turnaron para formarse desde el martes afuera del Palacio de los Deportes.
Temían que su padre no alcanzara su dosis, pues no recibió un aviso por llamada o mensaje SMS para confirmar su cita, a pesar de que ayer le correspondía su turno.
“Uno de mis hermanos fue el primero en hacer fila, llegó ayer a las 3 de la tarde y nos relevamos”, dijo Blanca Ayala, hija de Rodolfo.
Como ellos, más de 100 personas hicieron fila y pernoctaron afuera del inmueble en la alcaldía Iztacalco y se les respetó su lugar, por lo que a las 9:20 horas empezaron a salir ya con la primera de dos dosis de la Sputnik V.
“Sentía miedo porque es algo nuevo, pensaba en qué va a pasar después, pero una vez teniendo la vacuna se acabó ese miedo”, dijo Rodolfo, primer inoculado de este macrocentro, luego de no presentar ninguna reacción adversa.
Juan Amador Quiroz, de 68 años, llegó un día antes con su banquito de madera y una mochila, para formarse en la puerta 5.
Con una gorra, chamarra azul y una gruesa cadena con un candado colgando en el cuello, Juan presumió que de joven jugó futbol en la Primera División con el Tampico-Madero, y siempre ha hecho ejercicio, por eso esperar toda la noche a la intemperie no le
resultará incómodo.
“Soy el que salgo por la comida, la medicina de mi esposa, yo soy el que me encargo de eso”, comentó el guardia de de seguridad de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca.
Conforme transurrió el tiempo, se normalizó el servicio y los adultos mayores invertían en promedio una hora entre la llegada, registro, vacunación y tiempo de observación, a diferencia de la semana pasada, cuando tardaban más de cinco horas.
“Estaba un poco temerosa, pero me sentí muy bien”, dijo Xóchitl Abundes, de 70 años, quien salió en menos de una hora del macrocentro de la ESEF.
Dentro de los pabellones, las personas pasaban de cinco en cinco a cada una de las células de vacunación y se les explicaba sobre la ampolleta que iban a recibir. Tenían que esperar 10 minutos a que los viales o frascos se descongelaran para hacer la aplicación.
Por su parte, en Xochimilco y Tláhuac, los procesos también fueron ágiles.
Por Carlos Navarro, Gerardo Suárez y Almaquio García
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