SEMÁFORO NARANJA

Sigue diálogo con el sector restaurantero: Sheinbaum; hay molestia por las nuevas medidas

Los dueños de restaurantes manifestaron su descontento con las nuevas medidas sanitarias a pesar del semáforo naranja

NACIONAL

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Foto: CuartoscuroCréditos: Cuartoscuro

Tras la molestia del sector restaurantero de la Ciudad de México ante las nuevas medidas del semáforo naranja, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que mantienen el diálogo.

“El acuerdo con ellos la semana pasada fue justamente éste: se permitiera hasta las 10 de la noche el horario en exteriores y cinco comensales por mesa. Seguimos platicando con ellos, con la idea que sigamos avanzando hacia las próximas semanas. Como lo hemos dicho, vamos en bien en la evolución de la pandemia en la Ciudad en las últimas semanas, pero tenemos que ser precavidos y entendemos la situación que están viviendo”, dijo en videoconferencia de prensa.

La mandataria capitalina insistió en que los lugares cerrados son los más propensos a la propagación del virus Sars-Cov-2, que provoca la enfermedad Covid-19, pero será la siguiente semana, dependiendo de la evolución de la pandemia, donde se den a conocer nuevas medidas.

"Estamos esperando la evolución de esta semana para poder iniciar con la apertura de otras actividades, a partir del 21 de febrero”, agregó.

Ayer, a través de un comunicado conjunto, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR) y la Asociación de Directores de Cadenas Restauranteras (DICARES) manifestaron su postura tras las medidas del semáforo naranja en la capital.

“Tomando en cuenta que la ciudad entra a semáforo naranja, la industria restaurantera, como muchos sectores económicos, necesitamos certeza sobre lo que implica transitar del semáforo rojo al naranja a la hora de aplicar criterios para la reactivación económica. Basta recordar que cuando la Ciudad de México entró al semáforo naranja en junio del año pasado, los restaurantes pudieron operar al 30 en interiores y 40 por ciento exteriores, tres días después de anunciado el cambio de color.

“En esta ocasión sorprende que entremos a semáforo naranja, pero nos dejen condiciones de semáforo rojo como es mantener cerrados los interiores. Sin criterios claros, se corre el riesgo de que se tomen decisiones unilaterales o que no estén basadas en datos técnicos”, señalaron.

Dijeron ser enfáticos en reiterar a las autoridades que los restaurantes son seguros, no son fuente de contagio. 

Por lo que ante este panorama, van a solicitar que para el 22 de febrero todos los restaurantes puedan abrir en interiores, con aforo reducido. 

“Hay que tener muy presente que aún el 40% de los establecimientos no han podido ofrecer servicios, sumando 56 días cerrados desde el 19 de diciembre del año pasado que se decretó el regreso al semáforo rojo”, recalcaron.

Por Carlos Navarro 

mfa