Más de cuatro mil migrantes de distintas nacionalidades saturaron ayer la explanada del estadio de futbol Cafetaleros, para solicitar al Instituto Nacional de Migración visas y permisos que les permitan su libre tránsito por el país.
Desde temprana hora, los miles de extranjeros arribaron a esta sede, muchos provenientes de las oficinas de regularización migratoria, a unos cinco kilómetros de este complejo deportivo.
La situación se salió de control porque apenas dos elementos migratorios pretendían controlar las enormes filas de personas, que de manera desesperada intentaban encontrar un lugar para obtener un turno.
En el inmueble se aglomeraron migrantes nativos de Cuba, Haití, Centroamérica, Colombia, Venezuela, Ecuador y demás nacionalidades que pasado el mediodía seguían sin ser atendidos.
Carmen Rizo, una venezolana de 50 años, expuso que han permanecido durante cuatro días afuera de las oficinas migratorias en Tapachula en espera de un turno, soportando calor, lluvia y hambre, sin que hasta el momento las autoridades respondan a la necesidad de ser atendidos.
“Estuvimos cuatro días allí y hasta las nueve de la mañana nos dijeron que teníamos que cambiar a este centro deportivo donde estamos, no respetan nuestros derechos humanos y le dan prioridades a los haitianos porque reclaman más fuerte”, dijo.
Relató que huyó de su país debido a la crisis social y económica que atraviesa, en medio de una dictadura de Nicolás Maduro.
Por su parte, miembros de la comunidad haitiana expusieron que lo único que buscan es la visa que les permita seguir hacia el centro y norte del país. El Heraldo de México intentó conversar con un agente sobre la desatención hacia los migrantes, pero sólo se concretó a decir que la información la darían los encargados de este operativo.
Los migrantes reventaron este lunes las peticiones de permisos de tránsito por México, sin que las autoridades fueran capaces de atender a los extranjeros, que regresaron con las manos vacías.
PAL