Los miembros de la Sedena que atienden el Plan DN-III han estado más cerca que nadie de la comunidad de Tabasco que ha sido víctima de las inundaciones que se han suscitado en las últimas semanas.
En los recorridos, una de las uniformadas que se encuentra en la zona dio a conocer el testimonio de algunas de las familias que se enfrentaron a la acumulación de agua en la entidad.
Según lo que relata el cabo Galicia, el 10 de noviembre, aproximadamente a las 16:30 horas, fue notificado de que un menor de edad se estaba ahogando dentro de su vivienda.
Los militares tuvieron que avanzar varias cuadras y conforme se acercaban al lugar de los hechos se encontraron con que los vecinos les informaban que el niño ya había muerto.
Pese a esto, los uniformados siguieron avanzando hasta la casa del menor, quien se encontraba boca abajo y flotando en el agua. De inmediato, pusieron al menor sobre una mesa que se encontraba en el patio del domicilio y Galicia procedió a tratar de resucitarlo.
“Lo primero que hizo, sin pensarlo, le agarré la nariz y le di respiración de boca a boca, mientras el soldado Pérez estaba tranquilizando a la familia”.
Un vehículo especial llegó a la zona, por lo que los militares lo llevaron en ella de prisa para que fuera atendido. En ningún momento, los soldados dejaron de tratar de resucitarlo.
El niño comenzó a reaccionar después de más o menos a un kilómetro de distancias de su casa. El pequeño fue llevado a un hospital, del cual ya fue dado de alta. Los padres agradecieron a los involucrados en el rescate, pues aseguran que tuvieron toda la disposición de ayudarlos aunque estaban ocupados en otra labor.
“El bebé está vivo por ellos”, aseguró la madre del pequeño.