Durante 14 años, Vladimir Cheskidov mantuvo prisionera a una mujer llamada Ekaterina encerrada en su casa en la región de Cheliábinsk, en Rusia. Durante ese tiempo, el hombre abusó de la entonces joven de 19 años de edad donde además asesinó a otra prisionera identificada como Osaka entre 2011 y 2012.
Cheskidov ahora enfrenta un juicio por sus crímenes toda vez que Ekaterina logró escapar de su encierro dentro de un calabozo instalado en el sótano de la casa del hombre, que ahora a sus 51 años de edad es juzgado por homicidio, secuestro y violación.
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Así fue secuestrada Ekaterina
Tras las audiencias, las policía de Rusia acudió al domicilio de Vladimir Cheskidov para llevar a cabo los peritajes correspondientes donde encontró huesos dentro de la propiedad que pertenecían en vida a Osaka de 30 años de edad en esos años.
Apenas en 2023, ya con 34 años Ekaterina logró escapar del sótano y pudo reunirse con su familia (aunque no se dieron detalles del escape). Casi de inmediato fueron a levantar la denuncia con la policía donde detalló todo lo que le sucedió en esos 14 años donde fue abusada por su captor.
Para mantenerla prisionera, Vladimir Cheskidov la obligaba a tirarse al suelo para usar un dispositivo de madera que la tenía prisionera del cuello para que no pudiera hacer nada y consiguiera escapar. Asimismo, sus brazos y piernas los mantenía amarrados a soportes de metal que estaban fijados en tableros de madera en forma de crucifixión.
¿Cómo es la casa donde Cheskidov mató y torturó?
Cuando estaba en esa posición, Ekaterina tenía su boca tapada con cinta adhesiva para que no pudiera gritar por ayuda. "Era imposible escapar de esta trampa porque el sádico inventó un dispositivo especial donde colocaba a la mujer durante su ausencia", informó un noticiero de la televisión estatal de Rusia.
La casa del delincuente Cheskidov es grande con un enorme patio, un granero, y vivía con su madre Valentina en la finca Smolina. Dentro de la habitación del hombre había un sótano donde estaban los restos de la otra mujer.
Fue en el granero donde el hombre mató a Osaka y Ekaterina fue testigo. La policía llevó a cabo el arresto del hombre y su mamá, de quien se sospecha que ayudaba a su hijo a conseguir a mujeres. Vladimir Cheskidov y su madre siguen en proceso para recibir condena.