Ucrania reivindicó acciones ofensivas en el frente y avances cerca de la devastada ciudad de Bahamut, en el este, aunque restó importancia a la magnitud de estos ataques, que Rusia asegura haber repelido.
El gobierno ucraniano prepara desde hace meses una gran contraofensiva para expulsar a las tropas rusas de las zonas ocupadas tras la invasión de febrero de 2020. Las autoridades de Kiev advierten que no revelarán nada sobre sus planes ni sobre el calendario.
"La operación defensiva incluye acciones contraofensivas. Por lo tanto, en determinados sectores, estamos llevando a cabo acciones ofensivas", declaró la viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar, en Telegram.
Maliar también informó, sin dar más detalles, que se estaban produciendo combates menores en el sur, donde las fuerzas rusas están a la defensiva.
Sus declaraciones intervienen después de que el ministerio ruso de Defensa afirmara haber frustrado ataques en cinco sectores del frente en la dirección sur de la región de Donetsk.
En un comunicado, el Ministerio señaló que las tropas ucranianas habían sufrido importantes pérdidas cerca de Neskuchne, en la región de Donetsk, y de Novodarivka, en la frontera de esta región y la de Zaporiyia, más al sur.
Otros intentos de penetrar las defensas rusas tuvieron lugar en la localidad de Novodonetske, cerca de Vugledar, punto caliente del frente, en el sur de Donetsk.
"El enemigo no logró su objetivo", se felicitó el ministerio ruso, mostrando imágenes de blindados ucranianos destruidos.
Según el ministerio ruso de Defensa, sus tropas mataron a mil 500 soldados ucranianos y destruyeron más de 100 vehículos blindados.
Sin embargo, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, calificó tales versiones como elucubraciones, y aseguró que las fuerzas ucranianas han logrado avances en la ciudad oriental de Bahamut, que Moscú asegura haber tomado en mayo.
Según Kiev, la localidad se mantiene como el epicentro de las hostilidades. La viceministra ucraniana de Defensa aseguró que sus tropas estaban avanzando en un frente bastante amplio cerca de la ciudad.
"Estamos logrando éxitos y ocupamos las alturas dominantes. El enemigo está a la defensiva", manifestó Maliar.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, agradeció a sus tropas los avances cerca de Bahamut y calificó de histérica la reacción de Moscú.
"El enemigo sabe que Ucrania va a ganar", afirmó en un mensaje de vídeo.
Las autoridades ucranianas guardan silencio sobre los contornos de la contraofensiva, pero los expertos militares rusos piensan que las tropas ucranianas multiplican los ataques en las líneas rusas para descubrir sus fallas antes de lanzarla. Fue lo que sucedió en septiembre de 2022, cuando el ejército de Kiev preparó en secreto un asalto con el que reconquistaron casi toda la región de Járkov.
El enviado del Papa Francisco para Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, llegó a Kiev para hablar con las autoridades sobre las posibles vías de resolución del conflicto y las necesidades humanitarias del país. El religioso viajó a Bucha, a las afueras de la capital, que se convirtió en símbolo de las atrocidades presuntamente cometidas por las tropas rusas.
El asesor de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ironizó en Twitter sobre el hecho de que Rusia ya estaba activamente ocupada a repeler una ofensiva global que aún no existe.
Por otro lado, desde hace dos semanas, la región rusa de Bélgorod, fronteriza con Ucrania, es escenario de ataques, bombardeos y combates entre el ejército ruso y combatientes rusos proucranianos.
En un operativo el domingo, uno de estos grupos tomó prisioneros y dijo que serán entregados a Kiev. En un video se ven imágenes de una docena de detenidos, dos de ellos heridos. Es la primera vez que capturan a ciudadanos rusos en territorio ruso.
En los últimos días los combates se concentran en las localidades de Novaya Tavolzhanka y Shebekino, cerca de la frontera, lo que ha obligado a miles de civiles a huir a la capital regional homónima, Bélgorod.
"Estamos en pésimo estado. Aguantamos, intentamos ser fuertes porque tenemos niños, pero ¿qué va a pasar después? No sabemos nada", dijo Irina Burlakova, una desplazada que fue a buscar ayuda humanitaria en un centro.
Esta mujer de 30 años huyó de Shebekino con su marido y su hijo. Vivían en el centro de la ciudad, golpeada en los últimos días por fuertes disparos de artillería.
Por la noche, la región de Bélgorod volvió a ser blanco de bombardeos y un ataque con drones que dejaron un herido y dañaron un sitio de infraestructura energética, según Gladkov. Ucrania insiste en que no está detrás de estos ataques.
Con información de AFP