El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó el domingo la invasión del Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio presidencial en Brasilia por "fanáticos fascistas", luego que partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro protagonizaran escenas de caos ocupando las sedes de los tres Poderes en la capital.
El veterano izquierdista, que derrotó a Bolsonaro en octubre en un dividido balotaje y asumió el cargo apenas hace una semana, firmó un decreto declarando una intervención federal en Brasilia, invocando poderes especiales para restaurar la ley y el orden en la capital: "Descubriremos quiénes son estos vándalos y serán castigados con toda la fuerza de la ley", dijo Lula desde la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo (sureste del país).
AMLO respalda a Lula da Silva
El gobierno de México se posicionó a través de las redes sociales, empezando por Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que Lula no está solo, y cuenta con todo el apoyo no solo del país, también del continente y de todo el mundo.
"Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos", dijo el presidente mexicano en su cuenta de Twitter. "Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo", añadió.
Marcelo Ebrard hizo lo propio con un mensaje en las redes sociales: "Frente a los acontecimientos en Brasil ,manifestamos el pleno respaldo de México al Gobierno del Presidente Lula electo por voluntad popular. Rechazamos cualquier intento en contra de las instituciones democráticas que se ha dado ese pueblo hermano".
Manifestaciones en Brasilia
Miles de partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que se niegan a aceptar su derrota electoral asaltaron el domingo el Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio Presidencial, apenas una semana después de que el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo.
Los manifestantes sortearon las barricadas de seguridad, treparon a los techos, rompieron ventanas e invadieron los tres recintos, los cuales se conectan por la gran Plaza de los Tres Poderes en la capital Brasilia. Algunos piden la intervención militar para reinstaurar a Bolsonaro en el poder.
Cerca de las 17:30 hora local, menos de tres horas después que comenzó el asalto, las fuerzas de seguridad parecían estar recuperando el control del palacio presidencial y de los alrededores del STF, aunque miles de manifestantes permanecían en los alrededores del Congreso y en su techo.
Videos difundidos en redes sociales mostraban una presencia limitada de la policía militar de la capital. En uno de ellos se veía a agentes de pie mientras la gente inundaba el Congreso, y a uno de ellos utilizando su teléfono para grabar imágenes.
El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, dijo en Twitter que “el Congreso nunca ha negado la voz a quienes quieren manifestarse pacíficamente. Pero nunca dará espacio a la agitación, la destrucción y el vandalismo”.
Con información de AFP y AP.
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