Los restos de una posible mujer vampira fueron encontrados por un grupo de arqueólogos dentro de un cementerio del siglo XVIII en el pueblo de Pién en Polonia. Junto con los restos óseos de la mujer, se encontraron diversos objetos que evitaban que el ser pudiera levantarse de la tumba para seguir cometiendo sus ataques.
Dariusz Polinski, un profesor de la Universidad Nicolás Copérnico, fue el encargado de llevar a cabo la excavación arqueológica que llevaron a encontrar los descubrimientos tanto óseos como los extraños objetos que le colocaron al personaje, donde destaca una hoz que fue colocada en el cuello de la “vampira”, con el fin de que pudiera levantarse.
Según indicó el profesor Polinski, “la hoz no se colocó plana, sino que se colocó en el cuello, de tal manera que si el difunto hubiera intentado levantarse, la cabeza habría sido cortada o herida”, detalló el académico para el diario británico Daily Mail.
Entierros populares en el siglo XVII
Desde el siglo XI en el Este de Europa, los pobladores del viejo continente comenzaron a tratar a sus muertos con rituales antivampiros, según la revista Smithsonian. La creencia popular era que algunas personas que morían saldrían de la tumba como “monstruos que bebían sangre” y aterrorizaban a los vivos.
En otra entrevista, Dariusz Polinski, declaró que “Otras formas de protegerse contra el regreso de los muertos incluían cortar la cabeza o las piernas, colocar al difunto boca abajo para que mordiese el suelo, quemarlo y aplastarlo con una piedra”, indicó para el medio estadounidense New York Post.
Entre las características principales que a primera vista se percibieron en la mujer vampiro, fueron sus identificables dientes, ya que tenía piezas frontales sobresalientes, sobre todo en la parte posterior de la dentadura.
El cadáver de la vampira, no es el primero haber sido encontrado, ya que hace siete años, se desenterraron también en Polonia, en la ciudad de Drawsko, a 200 kilómetros de distancia de Pién. Dichos restos óseos también tenía sobre el cuello una hoz como la del reciente caso documentado.
Asimismo, hace cuatro años en 2018, en Italia se encontraron los restos de un niño de 10 años de edad que tenía una piedra dentro de su boca para evitar que se levantara de su tumba, el cual vivió desde hace mil 500 años, a los restos del menos se le conocen como “Vampiro de Lugano”.
La mujer vampiro de Pién también tenía un candado atado en el dedo gordo de su pie izquierdo, lo que simbolizaría “el cierre de una etapa y la imposibilidad de volver”, aseguró el profesor Dariusz Polinski.
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