La “Policía Moral” en Irán es una fuerza que aplica las estrictas interpretaciones de la ética, sobre todo en la vestimenta de las mujeres, que existe en Irán desde la revolución islámica de 1979. También operan en países como Arabia Saudita, Sudán y Malasia.
Esa fuerza policiaca iraní está acusada de detener y asesinar a una joven kurda de 22 años, Mahsa Amini, el pasado 16 de septiembre, en Teherán. Esto habría ocurrido por el presunto incumplimiento de las estrictas normas sobre el uso del velo para las mujeres.
En ese sentido, la internacionalista y asociada del Comexi, Andrea Navarro, dijo a Mente Mujer que “si vemos nada más la situación de la muerte de Mahsa como un tema simbólico actual nos estamos perdiendo de mucha trayectoria en el camino.
“Por ejemplo, de las llamadas red flags (señales de alerta), mujeres que fueron alzando la voz aunque fueran invisibilizadas, tanto por el gobierno como por la sociedad”, aseguró.
La muerte de Amini se produce en medio de informes sobre actos represivos contra mujeres, como prohibir el ingreso a oficinas gubernamentales y bancos a quienes se considera que no cumplen con el código de vestimenta islámico.
Además, el gobierno anunció, hace un mes, que va utilizar tecnología de reconocimiento facial en el transporte público para identificar a las mujeres que no cumplen con una nueva y estricta ley sobre el uso del hiyab.
La internacionalista dijo que “a raíz de la Primavera Árabe, unos tres cuatro años después, en 2014, en Irán se desató una ola de protestas de mujeres bajo el lema: “Mi libertad sigilosa”.
Empezaron a ver –dijo Navarro– que efectivamente su frustración y toda esta pena máxima que les ponen a través de la “Policía Moral” o “Policía Asesina” –estrictamente colocada para vigilar las mujeres evita acuerdos de ciertos estándares morales de la ley islámica.
Las patrullas de la “Policia Moral” se movilizan en una camioneta con cuatro agentes masculinos acompañados por dos mujeres vestidas con chador, velo que cubre el cabello y el cuerpo, dejando ver las manos. Se instalan en lugares públicos como centros comerciales, estacionamientos y plazas.
La Policía está respaldada por la fuerza paramilitar Basij, que inicialmente fue movilizada para luchar en la guerra Irán-Irak en la década de 1980. Esta tiene presencia en todas las universidades del país para vigilar a los jóvenes, ya que este es el primer encuentro que tienen en un ambiente educativo mixto.
Se encargan de detener a las personas, principalmente mujeres, que violan el código de vestimenta islámico. Vigilan que lleven el hiyab, velo islámico que cubre el cabello.
A los detenidos se les da una notificación o son remitidas a un “centro correccional” donde reciben clases de cómo vestirse y comportarse con “moralidad”, al final son entregadas a un familiar hombre.
En otros casos las personas que incumplen las reglas reciben multas, pueden ir a prisión o ser flageladas.
Las protestas en internet han inspirado varios movimientos incluidos "Mi libertad sigilosa", los "Miércoles blancos"; y "las Chicas de la Calle Revolución".
En ese sentido, la asociada Comexi, dijo que en julio pasado se “habló mucho del movimiento Women's Global Strike, que empezó a ver cómo desde Irán, Irak, Líbano, Emiratos Árabes Unidos mujeres protagonizaron protestas de manera virtual frente de los ministerios públicos, casetas policiales o frente a edificios de gobierno en defensa de sus derechos, algo parecido al Me Too.
La especialista ve que ahora en Ián se está gestando una nueva Primevera Árabe, pero del movimiento feminista en la región de Medio Oriente y del Cuerno de África, “que les va a pegar muchísimo a los gobiernos actuales y ojalá que eso sirva para que se den cuenta que necesariamente tienen que evolucionar”, finalizó.
CAR