El pasado jueves 8 de septiembre se dio a conocer una noticia que paralizó al mundo, la muerte de la reina Isabel II a los 96 años de edad, quien se encontraba en su castillo escocés ubicado en Balmoral.
Y es que durante el día circuló la información emitida por el Palacio de Buckingham, en donde se dio a conocer que la monarca se encontraba bajo supervisión médica, además de que en los días anteriores se vio en la necesidad de cancelar algunos compromisos debido a su estado de salud.
Conforme pasaron las horas, cada vez eran más fuertes los rumores de que su estado era peor de lo que se dijo, pues miembros de la Familia Real comenzaron a llegar al castillo en Escocia.
Finalmente, tras horas de incertidumbre, el Palacio de Buckingham confirmó la noticia: "La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana."
En este contexto, comenzó a circular la última foto de la monarca, la cual ha causado curiosidad ya que fue tomada dos días antes de su muerte cuando mantuvo una reunión de trabajo.
La historia detrás de la última foto de Isabel II
Las imágenes fueron capturadas por Jane Barlow, una fotógrafa de Press Asociation, quien compartió con Daily Mail que asistió a Balmoral para cubrir la llamada rotación real, es decir, fotografiar a la reina recibiendo a la nueva primera ministra, Liz Truss.
La fotógrafa reveló que antes de que entrara Truss a la habitación conocida como "Drawing Room", pudo compartir unos momentos con la monarca y fue entonces cuando tomó las fotografías que le han dado la vuelta al mundo.
"Cuando entré en la habitación con la secretaria de prensa de la reina, ella estaba muy sonriente y luego se movió por la habitación hasta su posición", agregó que además, la reina hizo un comentario sobre el clima, pero en general lucía de buen humor.
"Obviamente estaba muy frágil pero al mismo tiempo muy sonriente y obtuve muchas sonrisas de ella. Parecía muy feliz, muy sonriente" destacó la fotógrafa y aunque fueron escasos los minutos que compartió con la reina, señaló que fue un momento encantador.
Asimismo, reveló que la reina Isabel II no posó frente a la cámara, lo que convirtió la fotografía en algo aún más especial: "fue un momento agradable y natural en el que solo miró hacia arriba y sonrió, ahora también es aún más conmovedor porque es una de las últimas fotos que le tomaron".
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