El papa Francisco dijo ayer que su visita a Canadá, donde se reunirá con indígenas que sufrieron abusos en internados católicos, será "una peregrinación penitencial".
"El próximo domingo, Dios mediante, viajaré a Canadá", dijo el Papa, tras el rezo del Ángelus.
Se espera que el Pontífice aproveche su visita del 24 al 30 de julio para reiterar las disculpas que presentó a delegaciones canadienses que visitaron el Vaticano.
Había "expresado mi dolor y solidaridad por el daño que sufrieron", dijo el Papa a la multitud reunida en la plaza de San Pedro.
"Y ahora me dispongo a realizar una peregrinación penitencial que espero que, con la gracia de Dios, contribuya al camino de sanación y reconciliación ya emprendido", agregó.
Francisco, de 85 años, decidió mantener su viaje pese a sus dolores en la rodilla, que le han obligado a cancelar compromisos.
Entre finales del siglo XIX y la década de 1980, unos 150 mil niños indígenas, mestizos e inuits fueron reclutados a la fuerza en 139 internados en Canadá, apartándolos de sus familias, su lengua y su cultura.
CAR