Una pequeña se encontraba en casa de sus abuelos, quienes se quedaron a su cuidado mientras que su madre se preparaba para una presentación que tendría al día siguiente. La niña de 3 años estaba comiendo papas fritas, cuando decidió darle un poco al perro del vecino.
“No había indicios de que el perro no estuviera contento, ya que estaba moviendo la cola, pero luego ella puso la cabeza sobre su espalda”, explicó la madre de la menor a la prensa. “En ese momento, gruñó y mordió a Stella”, agregó.
Paula Gaughan, de 32 años, dijo que su hija Stella necesitará cirugía plástica después de sufrir cortes profundos y hematomas severos producto del horrible ataque.
La madre dijo que pasó por una “tortura” después de que le hablaron de las heridas de su hija. “Fue la peor llamada que he recibido”, le dijo a NeedToKnow.online. “Al principio, pensé que se había golpeado la cabeza o se había caído; ni por un minuto pensé que podría haber sido atacada”.
Paula inicialmente creyó que su hija podría haber tenido un "corte o algunos moretones'', pero “después de enterarme de que había sufrido cortes severos en la cara, estaba devastada”.
Los médicos que atendieron de inmediato a la pequeña le aseguraron a Paula que Stella tuvo mucha suerte, pues si los dientes del perro se hubieran hundido un poco más, su ojo se habría salido.
“Su rostro estaba negro y azul con moretones y también sufrió una conmoción cerebral cuando cayó sobre el concreto debido a la fuerza del perro”, reveló. Por si fuera poco, una herida larga en la mejilla de la niña se infectó, por lo que le recetaron antibióticos fuertes y le pusieron una inyección contra el tétanos.
“Como es tan pequeña, comenzó a sufrir una mala reacción donde la dejaban atada a la cama”, dijo Paula.
Ahora, Stella se someterá a una cirugía plástica en un intento por evitar las cicatrices de las heridas a finales de este verano.
SIGUE LEYENDO
Encuentran en un granero el cuerpo de una joven desaparecida desde mayo