Un hombre que asesinó a su esposa y tres hijos en una escena que fue acompañada por sustancias ilegales. Además se reveló que disfrutaba torturando de gatos, también tenía la fascinación de tomar el rol de un “Chico malo”. Detalles que fueron revelados mientras cumple una condena de por vida en una cárcel del Reino Unido.
Admitió el abuso de un menor de edad
Damien Bendall, durante su juicio admitió el asesinato y abuso de un menor de edad en la localidad de Killamarsh, sin embargo no ofreció una explicación de su violento comportamiento que destrozó la vida de sus seres queridos. Cuando ejecutó sus crímenes tenía 31 años, en septiembre de 2022. Su sentencia fue suspendida por un incendio premeditado y etiquetad electrónicamente. De acuerdo con su abogado, Damien estaba feliz porque esta por convertirse en padre por tercer ocasión con su pareja Terry Harris de 35, a quien conoció a través de un sitio de citas.
El hombre de Swindon, Wiltshire a Shefield, South Yorkshire, después de conocer a Teerry. Una trabajadora social, quien dejo una relación de 14 años, John Bennet y padre de sus dos hijos. Pero pese al comportamiento controlador y abusivo de Damien, la pareja decidió formalizar su relación en 2020 y tener un hijo juntos para radicar en Killamarsh.
Damien enloqueció al enterarse de “un embarazo temprano”
Después de los asesinatos que conmocionaron a la comunidad, algunos vecinos consultados por Dayly May, señalaron que el hombre enloqueció al enterarse de un “embarazo temprano de su pareja”, ya que supuso que se trató de una aventura secreta de su pareja, sin embargo él era el padre biológico.
Damien Bendall era un exconvicto adicto a las drogas y desempleado, sin embargo logró financiar su vicio gracias a que le robaba pertenencias a su pareja, para luego venderlas, una de ellas fue su computadora portátil e incluso su lavadora. Incluso después de los asesinatos vendió el X-Box del hijo de Terri, John a cambio de drogas.
Tres sentencias previas que incluían incendio premeditado y robo
El fiscal Louis Mably, KC, dijo que Bendall era un 'aspirante a gángster' y se jactó de las veces que él y su familia habían estado en la cárcel. Tenía al menos tres condenas previas una por incendio y otra por robo, además de intento de robo de hace más de 10 años. Una fuente cercana señalaba que el sujeto siempre quiso emular el comportamiento de un “chico malo”. “Él siempre quiso ser como él y siempre se quedó corto porque él era mucho peor”, dijo la fuente. "Fue abierto al respecto y decía que quería ser un chico malo".
Después de su arresto y de admitir los brutales asesinatos, dijo a los detectives: "No volveré a la cárcel". En el estrado, el sujeto no mostró ninguna emoción mientras las familias de sus víctimas lloraban en silencio. Su abogada, Vanessa Marshall KC, señaló a la corte que necesitaba dar una "posible explicación" sobre sus malas acciones a las "familias destrozadas para siempre".
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