Han pasado 10 años desde que en Siria se desató el conflicto armado que ha cobrado la vida de millones de personas y que aún hoy sigue vigente; alrededor de toda la crisis que atraviesa ese país del Medio Oriente a lo largo de esta década, han salido a la luz historias de verdadera resiliencia.
Tal es el caso de Abderrazaq Khatoun, un abuelito de 83 años, quien se ha tenido que hacer cargo de sus 11 nietos luego de que la guerra los dejara desamparados tras cobrar la vida de 13 de sus hijos y su esposa durante los enfrentamientos, pese al dolor por su pérdida, no tuvo otra opción que levantarse para criar a sus 11 nietos huérfanos.
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Debido a su triste historia ahora es conocido como el “padre de los mártires“, pues desde la muerte de sus hijos y esposa, este admirable abuelo se ha encargado de cuidar y educar a estos pequeños pese a vivir en un campamento en Idlib, localidad tomada por los rebeldes.
La guerra solo le ha traído pérdidas
Padre de 27 hijos este hombre ha tenido que despedirse de la mayoría de ellos debido a la guerra, pues desde el inicio del conflicto armado ha perdido a siete de sus hijos, quienes formaban parte de las fuerzas rebeldes.
Los perdió en un instante, así lo cuenta a medios locales, al señalar que siete miembros más de su familia, incluida su esposa e hijos han perdido la vida en esta década de lucha armada, “los perdí a todos”, lamenta.
Cabe señalar que alrededor de 387 mil personas han muerto en Siria desde que se originó la guerra mientras millones han sido desplazados; pese a sus pérdidas señala estar orgulloso de sus hijos quienes murieron por “defender su tierra”, lo que representa un valiente sacrificio.
Ahora solo ve por su nietos
Tras sufrir la pérdida practicante de toda su familia, ahora lo único importante para Abderrazaq Khatoun es acompañar y cuidar de sus nietos en su educación por lo que planea enseñarles el sacrificio de sus padres, el cual considera necesario para “defender lo que es justo y exigir una vida digna“.
Pese a todas las adversidades este abuelo se preocupa por sus nietos y a pesar de que algunos días pasan hambre y otros pueden comer, desea enormemente que sus nietos “vivan una vida feliz”.
SSB