Meghan y Harry duques de Sussex ya se han independizado económicamente de la familia británica y abandonado la Casa Real británica, creando así su propio hogar en una mansión en California, cerca de Santa Bárbara.
Fue durante la entrevista con la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, que la pareja reveló que se habían quedado temporalmente en la mansión de Beverly Hills del magnate del cine multimillonario, Tyler Perry.
Debido a que el ex duque y la duquesa de Sussex fueron separados financieramente de la familia real, poco después de mudarse a California, la realidad es que tenían limitadas opciones en cuanto a dónde podían establecerse.
La mansión de estilo mediterráneo, de 18 millones de dólares, cuenta con mil 734 metros cuadrados, y tiene 16 baños, 9 habitaciones, piscina privada y lujosos jardines donde Archie, su hijo, podrá correr libremente.
Además, cuenta con un vestíbulo con una escalera, un ascensor, salas de estar y comedor, una cocina gourmet, una sala de desayuno, una sala familiar, una biblioteca, una sala de billar con un bar con fregadero, un cine en casa, gimnasio, bodega y spa con sala de masajes.
El dormitorio color crema de Meghan y Harry tiene una chimenea, un televisor, una lámpara de araña, vigas de madera a la vista en el techo, puertas francesas y un balcón.
Harry y Meghan tienen como vecinos a celebridades como Gwyneth Paltrow, Ellen DeGeneres, Ariana Grande y la propia Oprah Winfrey, que es dueña de un lujoso complejo de 70 acres de “Tierra Prometida” en el vecindario.
La casa está ubicada en una comunidad cerrada, en el vecindario conocido como La Oficina de Correos de Beverly Hills y es parte de Beverly Ridge Estates, de solo 14 casas, con un guardia las 24 horas, los 7 días de la semana.
Desde esta nueva “Casa Real”, Meghan y Harry defienden las causas humanitarias y sociales que les importan, además producen documentales para Netflix y podcasts para Spotify.
jos