William Halsted, el médico considerado "padre de la cirugía moderna", además de realizar grandes aportes al tratamiento del cáncer de pecho, aneurismas, ser un pionero en la transfusión sanguínea se dio el lujo de "inventar" para la mujer que amaba los guantes de goma fina que son precursores a los guantes de látex utilizados en la actualidad.
Halsted, de hecho, es el primer médico -documentado- que usó guantes al realizar una cirugía; esto sucedió a finales de 1889, tras siglos de que se comenzó con la práctica de la esta especialidad médica.
Los guantes del AMOR, ahora son de látex
Los guantes quirúrgicos fueron inventados e introducidos por un famoso cirujano estadounidense, el Dr. William Halsted del Hospital Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos). Esta significativa innovación en realidad se produjo gracias a la historia de amor entre el Dr. y su enfermera instrumentista, Caroline Hampton, que más tarde se volvió su esposa.
Según la práctica antiséptica de ese hospital, las manos del personal de operación eran sometidas a una desinfección de cloruro de mercurio, que dañaba la piel de los trabajadores, pero en especial de la enfermera Caroline, quien desarrolló un caso grave de dermatitis debido al cual estuvo a un paso de abandonar el hospital.
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Ante la posibilidad de perder a su amor, esto llevó al Dr. Halsted a contratar a la empresa Goodyear Rubber Company para que produjeran guantes de goma finos que protegieran las manos de Caroline y así mantenerla a su lado. El invento demostró ser muy satisfactorio y pronto los asistentes del Dr. Halsted también comenzaron a usar guantes de goma esterilizados de forma rutinaria.
Aunque no fue hasta más tarde que se dieron cuenta de la importancia de los guantes para prevenir infecciones, estos “guantes del amor” pronto entraron en la práctica quirúrgica general y resultaron ser de la mayor importancia para el desarrollo de la asepsia y del trabajo quirúrgico aséptico.