El papa Francisco nombró ayer a Raffaella Petrini como secretaria general del Governatorato del Vaticano, la primera vez que una mujer accede a este puesto de responsabilidad en la historia de la Iglesia.
La italiana Petrini, una monja franciscana de 52 años, será la responsable de la gestión administrativa, de los museos vaticanos, de la oficina de correos, el servicio de Salud, Bomberos y de la Policía.
El cargo de Petrini como secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano es comparable a ser vicegobernador. El Governatorate, con sede en un gran palacio en el centro de la Ciudad del Vaticano, supervisa a más de dos mil empleados.
El diario digital estadounidense The National Catholic Reporter indicó que este cargo había sido tradicionalmente ostentado por obispos.
El Pontífice busca con este nombramiento lograr mayor igualdad dentro de la Iglesia.
En enero, Francisco, de 84 años, cambió la ley para permitir que las mujeres puedan leer la Biblia en misa, dar la comunión y ayudar en el altar durante la liturgia.
Un mes más tarde, el Papa nombró a la monja francesa Nathalie Becquart subsecretaria del sínodo de los obispos, convirtiéndose de facto en la primera mujer de la historia que tendría derecho a voto en este tipo de reuniones (que abordan las principales cuestiones de la doctrina de la Iglesia).
Desde que el sumo pontífice creara, en 2016, una comisión para estudiar la historia de los diáconos mujeres en los primeros años de la Iglesia católica, los grupos reformistas albergan la esperanza de que pueda haber mujeres sacerdotes un día.
De momento, el papa Francisco no abre la puerta a que puedan ser ordenadas como sacerdotes.
PAL