Para asegurar que los bebés no deseados sean abandonados en las calles o basureros de Estados Unidos, la organización Safe Haven Baby Boxes puso en marcha un proyecto que consiste en instalar buzones para dejar –anónimamente– a los recién nacidos no deseados.
Estas Baby Boxes son una especie de incubadora con sensores que miden la temperatura y avisan cuando se coloca un bebé en su interior, están instaladas en puntos estratégicos como hospitales, estaciones de bomberos y de Policía.
Los servicios de emergencia recogen a los menores en menos de cinco minutos y son llevados a centros donde son cuidados.
Actualmente hay 47 ubicaciones de cajas para bebés en Indiana, tres en Ohio, una en Arkansas, seis en Arizona y se anunció una más en Florida.
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De 2016 a 2019 han ayudado a más de dos mil madres en apuros.
Existen casos donde las mujeres abandonan a sus bebés, pero se arrepienten a los pocos días y regresan, momento en que la organización interviene para entregar a los menores, para ello contratan abogados y pagan pruebas de maternidad.
"Sin pena, sin culpa, sin nombres", es su lema y el motivo por el que quieren instalar estos buzones en todos los estados de Estados Unidos antes de 2025.
Estos buzones aparecieron por primera vez en EU en 2016, pero el concepto se remonta a tiempos medievales.
Fueron conocidos como expósitos con ruedas, tenían una forma cilíndrica y eran colocados al lado de hospitales, iglesias y orfanatos, de acuerdo con la BBC.
En los últimos 20 años han reaparecido y se pueden encontrar en varios países del mundo como Pakistán, Corea del Sur, Polonia, Rusia, Malasia, Alemania, Bélgica, Sudáfrica y Suiza.
En las calles de Seúl son abandonados cientos de niños cada año, es por ello que el pastor Lee Jon-Rak y su esposa iniciaron con este proyecto.
Jon-Rak es quien monitorea y recibe en esta “caja” a los bebés abandonados y se hace cargo de ellos.
Otro caso sucedió en Bruselas, en 2017, las autoridades de Evere prohibieron el uso del "buzón para bebés" que había sido instalado por la ONG Corvia. Sin embargo, la decisión fue apelada y, tras tres años de litigios, el Consejo de Estado aprobó su funcionamiento, es el caso más reciente.
A diferencia de los Baby Boxes de Estados Unidos y Corea del Sur, éste cuenta con un seguimiento diferente: una vez que se ingresa al bebé, al lado de la cuna, habrá un sobre donde encontrarán una pieza única de un rompecabezas.
Con esa pieza, la madre podrá identificar a su hijo más adelante si así lo desea. Asimismo, tiene la opción de dejar sus datos.
Por Sayuri López