Diciembre es un mes lleno de celebraciones, alegría y, por supuesto, de comidas deliciosas ya que en muchas partes del mundo, la Navidad no solo se celebra en la noche del 24, sino que se extiende por varios días en donde los encuentros familiares, intercambios de regalos y, las esperadas cenas son el pegamento que se necesita para dejar de lado la ajetreada vida para compartir momentos de paz y conexión.
Es así como en México y otros países de América Latina, las cenas navideñas incluyen una variedad de platillos tradicionales que se disfrutan en la víspera de Navidad o Año Nuevo. Pero contrario de algunas otras tradiciones, la celebración no termina ahí ya que uno de los momentos más esperados llega al día siguiente con el amado recalentado; y es que después de una noche llena de convivencia, no hay nada más delicioso que disfrutar de lo que sobró en aquel banquete.
Así, el recalentado se ha convertido en una tradición para muchas familias, quienes comparten hasta el último plato de comida como representación del amor y unión de las épocas decembrinas. Es por ello que resulta de suma importancia recalentar correctamente los platillos sobrantes para preservar el sabor y la textura de la comida, así como para redescubrir los sabores con nuevos matices.
El truco para recalentar la comida que sobró en Navidad
Aunque la Navidad mexicana tiene una amplia variedad de platillos tradicionales, dos de los más comunes y populares son el pavo y la pasta. Estos platillos se destacan no solo por su sabor, sino también por la generosa cantidad de comida que suelen dejar al final de la fiesta, lo que los convierte en los protagonistas del recalentado.
¿Cómo recalentar el pavo en casa?
El pavo, especialmente el pavo relleno, es el centro de la mayoría de las cenas navideñas y es que preparar un pavo para la Navidad no es tarea sencilla, ya que requiere tiempo y esfuerzo para asegurar que quede jugoso y sabroso. Sin embargo, una vez que el pavo ha sido cocinado y servido, las sobras se convierten en una delicia para los días siguientes; una de las mejores maneras de recalentar el pavo es asegurarse de que no se seque durante el proceso. Para ello, hay varios métodos que se pueden emplear, tales cómo:
- Precalienta el horno a 160°C (325°F), coloca el pavo en una fuente apta para horno y cúbrelo con papel aluminio, esto ayudará a retener la humedad y evitará que la carne se reseque. Colócalo en el horno por unos 15 o 20 minutos o hasta que esté bien caliente. Si deseas agregar un toque extra de sabor, puedes rociar el pavo con un poco de caldo de pavo o jugo de naranja para darle más jugosidad.
- Si prefieres usar la estufa, coloca las sobras de pavo y relleno en una sartén a fuego medio-bajo. Puedes agregar un poco de mantequilla, caldo de pavo o salsa gravy para evitar que la carne se reseque; es recomendable cubrir la sartén para que el vapor ayude a calentar el pavo de manera uniforme.
- Otra opción práctica y deliciosa es hacer un sándwich o torta de pavo. Para esto, simplemente calienta las tapas de pan en un comal o sartén, unta un poco de mantequilla y mayonesa, y coloca las sobras de pavo y relleno entre las rebanadas. Si tienes salsa gravy o algún otro tipo de salsa navideña, añádela para un toque extra de sabor. Este método no solo es delicioso, sino también una forma práctica de aprovechar las sobras.
¿Cómo recalentar la pasta que sobró en la cena navideña?
La pasta es otro de los platos recurrentes en las cenas de Navidad ya que al igual que el pavo, es fácil que sobre mucha pasta, especialmente si se sirve como acompañamiento de otros platillos principales. Aunque la pasta suele ser un plato fácil de recalentar, existen algunos consejos que pueden hacer que recupere su sabor y textura original; aquí te los comparto.
- El mejor método para recalentar pasta es usar una sartén o cazuela; calienta una sartén a fuego medio y añade un poco de mantequilla o aceite de oliva. Si tu pasta tiene una base cremosa, como pasta con crema o salsa de queso, añade un poco más de crema o queso rallado para mantener la consistencia cremosa y si la pasta es más ligera, como una pasta al pesto, puedes agregar un poco de aceite de oliva o caldo de verduras para darle un toque de humedad.
- Aunque el microondas es una opción rápida, no siempre es la mejor cuando se trata de pasta. Si decides usarlo, asegúrate de colocar la pasta en un recipiente apto para microondas y cubrirla con una tapa o envoltura de plástico ya que esto ayudará a que la pasta se mantenga húmeda y evitará que se seque. Agrega un poco de agua, crema o salsa antes de calentarla para mantener la textura.
- Para una opción más profesional, puedes usar un horno de convección, el cual calienta la pasta de manera uniforme, manteniendo su textura original. Para ello coloca la pasta en una bandeja para hornear y cúbrela con papel aluminio, hornéala a 160°C (325°F) durante unos 10 o 15 minutos.
Estufa o microondas: ¿cuál es mejor para recalentar?
Una de las preguntas más frecuentes a la hora de recalentar comida es si es mejor usar la estufa o el microondas, pues si bien el microondas es conveniente y rápido, algunos expertos culinarios prefieren el uso de la estufa, especialmente cuando se trata de carnes y platos que deben mantenerse jugosos.
La estufa es ideal para recalentar carnes y platos que contengan salsas o líquidos ya que el calor lento y controlado ayuda a mantener la textura y el sabor de los alimentos, evitando que se resequen. Además, permite que puedas agregar ingredientes adicionales, como mantequilla, caldos o salsas, para mejorar el sabor y la textura de las sobras.
Por su parte, el microondas es perfecto para recalentar porciones pequeñas de alimentos, pero debe utilizarse con cuidado; es importante no calentar demasiada comida a la vez ya que esto puede hacer que la comida se cocine de manera desigual. Además, algunos alimentos, especialmente las carnes, pueden perder su textura original si se recalientan en exceso en el microondas.
¿Cómo almacenar correctamente la comida navideña para el recalentado?
Almacenar correctamente la comida navideña para el recalentado es esencial no solo para mantener su sabor y frescura, sino también para garantizar que se mantenga segura para el consumo. Las sobras de una cena navideña pueden ser una delicia, pero deben ser manejadas adecuadamente para evitar el crecimiento de bacterias y preservar su calidad, por lo que aquí te comparto algunos consejos claves para almacenar de forma correcta la comida navideña:
- Enfriar las sobras: después de la comida, es esencial enfriar las sobras lo más rápido posible para evitar el crecimiento de bacterias. No dejes los alimentos a temperatura ambiente por más de 2 horas y divide las cantidades grandes en porciones más pequeñas para acelerar el enfriado.
- Usa recipientes herméticos: guarda las sobras en recipientes herméticos de vidrio o plástico ya que estos recipientes ayudan a mantener la frescura, evitan que los alimentos absorban olores del refrigerador y mantienen la humedad.
- Etiqueta las sobras: coloca una etiqueta con la fecha de almacenamiento en cada recipiente para saber cuánto tiempo ha pasado desde que fueron guardadas, esto te ayudará a consumir las sobras más antiguas primero.
- Temperatura del refrigerador: mantén el refrigerador a una temperatura de 4°C (40°F) o menos, puedes usar un termómetro para verificar que la temperatura sea constante, ya que esto evita el crecimiento de bacterias en las sobras.
- Congela las sobras: si no vas a consumir las sobras pronto, congélalas; puedes usar bolsas o recipientes aptos para congelador, asegurándote de eliminar el aire de los envases para evitar la quemadura por congelación. Etiqueta con la fecha de congelación.
- Separa ingredientes antes de almacenar: si tienes platos con varios ingredientes, como guisos o lasañas, es mejor separar los ingredientes en recipientes distintos para que cada uno pueda ser recalentado de forma adecuada y evitar que algunos se resequen.
- No almacenar por más de 4 días: las sobras deben consumirse dentro de los primeros 3 a 4 días de haber sido almacenadas en el refrigerador. Si se deja más tiempo, el sabor y la seguridad alimentaria pueden verse comprometidos.
- Recalentar solo la cantidad necesaria: para evitar recocer los alimentos y que pierdan calidad, recalienta solo la cantidad que vas a consumir en ese momento. Esto conserva el sabor y la textura de los platillos.
- Los postres como pasteles y tartas deben guardarse en un recipiente hermético o envueltos en plástico para evitar que se resequen. Los postres con rellenos cremosos deben ir en el refrigerador, mientras que los secos pueden mantener una temperatura ambiente por unos días.
- Recalentar varias veces los mismos alimentos puede comprometer su calidad y seguridad. Una vez que las sobras se han recalentado, es mejor no volver a recalentarlas. Al recalentar, asegúrate de que los alimentos alcancen una temperatura de 74°C (165°F) para garantizar su seguridad.
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