Si bien existen muchos diseños arquitectónicos que priorizan la amplitud de los espacios, también es cierto que existen hogares con pocos metros cuadrados y habitaciones más pequeñas. Frente a esta distribución, existen recursos que pueden crear una sensación de agrandamiento del recinto.
Uno de estos elementos que puede convertir totalmente los espacios del hogar son las cortinas. Este recurso es excelente para decorar y regular la iluminación natural. Junto con paredes, espejos y mobiliario adecuado, este elemento de tela puede ampliar (desde el punto de vista óptico) cualquier habitación.
¿Cómo utilizar las cortinas para hacer una habitación más grande?
La respuesta puede contemplar distintos diseños, desde los que prioricen la regulación de la luz natural, hasta los que contemplen la supremacía de colores y texturas de las paredes. Entre las principales funciones de las cortinas se encuentran:
- Separar espacios
- Otorgar cierta privacidad a algunos sectores
- Ser un elemento de diseño de iluminación
- Decorar las habitaciones con colores y texturas diferentes

Estas telas que se colocan sobre ventanas o puertas, pueden hacer que en un mismo espacio convivan la cama y otro mobiliario de uso privado y de descanso, y los muebles de un estudio de trabajo, por ejemplo. Es por eso que mediante su incorporación, se puede ganar espacio en una habitación pequeña.

Si posees el diseño de arcos en tu hogar, puedes colocar cortinas que acompañen esta estructura arquitectónica. En el caso de contar con un espacio interior que sea un loft o monoambiente, la cama puede quedar separada del resto del recinto mediante un soporte de cortinas de ese perímetro. Este caso es un claro ejemplo del diseño del dosel: el cual otorga privacidad y aislamiento.