No importa qué estación del año estemos transitando, los insectos pueden buscar refugio en algunos rincones del hogar. Por lo general, estos sitios aseguran sus condiciones de supervivencia y reproducción. Es así como las polillas, moscas, mosquitos y cucarachas pueden convertirse en una plaga doméstica.
Las polillas son un tipo de mariposa pequeña y de vuelo generalmente nocturno, que suele alimentarse de alimentos secos que se encuentran en alacenas o despensas y de materiales como papel, tela o madera. Las medidas de prevención contra esta especie resultan de vital importancia, ya que sus larvas se reproducen de manera rápida.
Frente a esta situación, podemos conseguir insecticidas específicos para estos ejemplares que atacan la ropa en el armario. Pero también existen alternativas naturales que no presentan riesgo de toxicidad para los huéspedes de la casa. Una de ellas es el uso de la lavanda.
¿Cuál es la acción de la lavanda en el armario?
Al igual que otras plantas aromáticas como el romero, canela, tomillo, menta, clavo de olor y la pimienta negra, la lavanda se presenta como una opción natural repelente de polillas por su intenso aroma. De manera similar al rechazo que tienen las cucarachas y los mosquitos frente a estos ejemplares botánicos, estos insectos voladores que invaden la ropa huyen de los olores de estas hierbas y especias.
En este sentido, puedes hacer pequeñas bolsitas con lavanda para colgar en tus perchas o depositar en los rincones de tu armario. ¿Cuál es la mayor ventaja de utilizar esta planta? Su aroma agradable para las personas, ya sea en su versión fresca recién cortada, como en su forma desecada.
¿Cómo colocar lavanda en el armario para repeler polillas?
El procedimiento es tan sencillo como conseguir un puñado de flores de esta planta y colocarla dentro de saquitos o bolsitas de tela. Estas se pueden comprar ya hechas o puedes utilizar calcetines viejos que ya no uses. Puedes introducir en las telas la hierba recién cortada o puedes dejarla secar, el efecto no cambiará.