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Así puedes limpiar a fondo tus utensilios, en 5 sencillos pasos

El óxido es uno de los principales enemigos de los utensilios de metal de nuestra cocina, por lo que la limpieza será con vinagre será fundamental.

Así puedes limpiar a fondo tus utensilios, en 5 sencillos pasos
Limpiar, Cocina, Óxido Foto: Pixabay

Al limpiar la cocina no solo debemos centrarnos en los muebles y electrodomésticos, ya que los utensilios tendrán un rol esencial. Es que entre las situaciones más desagradables se encuentra encontrar cuchillos, tenedores y cucharas sucios al momento de comer. Y una de las manchas que parecen imposibles de eliminar es la de óxido. Sin embargo, te diremos en simples y sencillos pasos cómo dejar tus cubiertos como nuevos.

Frente a esta situación, el vinagre será nuestro aliado para dejar los utensilios impecables y brillantes. Además de contar con propiedades cruciales para limpiar tuberías, azulejos y manchas de la ropa, podremos utilizarlo para eliminar el óxido. En consecuencia, es importante saber cómo aplicar este remedio casero para que cuchillos y tenedores queden relucientes.

Dicho esto, ahora debemos reunir vinagre, agua, trapos de cocina, papel absorbente y un cepillo o estropajo de metal. Reunidos estos elementos, será momento de comenzar con el ritual de limpieza en la cocina, siempre contando con tiempo, paciencia y tranquilidad, ya que el óxido es muy resistente cuando se adhiere al metal.

El primer paso será conseguir un traste lo suficientemente grande en donde podamos colocar todos los utensilios de metal. Realizado esto, será momento de cubrir el recipiente con vinagre hasta tapar los cubiertos con óxido. Hecho esto, habrá que esperar de 8 a 12 horas, dejando que la sustancia actúe, sin tomar ni mover los utensilios.

Foto: Pixabay

Transcurrido el tiempo, será momento de limpiar los utensilios de cocina tallando con un cepillo de metal o un estropajo. Posteriormente, debemos quitar lo que quede de vinagre y óxido con un trapo húmedo. Finalmente será momento de absorber con el papel o con otro trapo seco, para quitar así toda la humedad y dejarlo que reposen al aire antes de guardar. De esta forma, comprobaremos cómo los cubiertos quedarán como nuevos.

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