Bajar de peso en un reto para muchas personas. Algunas recurren a dietas extremas para perder peso, sin embargo, a largo plazo esto no es saludable. Por esta razón te presentamos los consejos que ha dado la ciencia para perder algunos kilos de más de forma segura y basado en evidencias.
Antes de todo, hay que recordar que el adelgazar no es una ciencia exacta, depende de demasiadas variables que pueden afectar de forma distinta a cada persona. Así que si quieres obtener grandes cambios para tu salud, es recomendable acudir con un profesional médico.
1. Hacer ejercicio en bajas temperatura
Siempre es recomendable hacer ejercicio, sin embargo realizarlo en bajar temperaturas potencia una mayor quema de calorías y grasas acumuladas debido al esfuerzo extra que debe hacer el organismo para calentarse. Cuando el cuerpo está a temperaturas por debajo de 10º, activa un mecanismo termogénico que quema la grasa para mantener el calor del organismo.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Maastricht realizado en 2014, la exposición a un frío leve de manera regular puede ser una forma saludable y sostenible para ayudar a las personas a perder peso.
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2. No comprar alimentos cuando se tiene hambre
Está comprobado que comprar alimentos cuando se tiene hambre no es buena idea, ya que acabas de comprar muchos más productos de los que necesitas y que probablemente tienen cantidades ingentes de grasa y azúcar.
Los expertos explican que cuando el organismo detecta que la energía es baja, comienza a demandar la fuente de energía más rápida que haya a mano, y eso ahora mismo se traduce en forma de snack hipercalórico.
3. Tomar mucha agua
En 2016 se realizó un estudio más de 18 mil personas en Estados Unidos, en el que se descubrió que los que bebían más agua estaban constantemente más satisfechos y comían menos calorías a diario. Asimismo, aquellos que no se hidrataban de manera regular ingresaron a su cuerpo menos cantidad de azúcar, grasa, sal y colesterol.
4. Añadir más proteínas a la dieta
Las proteínas ayudan a mantener la saciedad. Estas se digieren más lentamente, lo que provoca que te sientas lleno por más tiempo. Aunque muchos eliminan la proteína de su dieta, estas ayudan a que no tengas hambre, sobre todo en la noche.
5. Cero edulcorantes
La evidencia científica indica que aunque los edulcorantes artificiales suelen ser acalóricos, es decir, no aportan calorías, están relacionados con la diabetes tipo 2 y el sobrepeso.
El motivo es que alteran la microbiota del estómago y modifican los niveles de tolerancia a la glucosa. La única alternativa sana al azúcar es simplemente no endulzar la comida.
6. Nada de bebidas azucaradas
Investigadores de Harvard realizaron un estudio, que incluyó a 50 mil mujeres, en donde analizaron a las personas redujeron drásticamente su consumo de bebidas edulcoradas o comenzaron a consumir más de ellas. Aquellas que aumentaron su consumo de bebidas azucaradas ganaron peso y aumentaron su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Mientras que las participanter que limitaron su consumo no tuvieron resultados negativos.
7. Duerme bien
Una investigación publicada en la revista Nature, establece in vínculo entre la falta de sueño y la obesidad. En el texto se indica que si no duermes las suficientes horas al día -sobre todo de noche- tienes más probabilidades de sufrir sobrepeso. Por lo tanto, procura dormir al menos de 7 horas diarias o más dependiendo de tus necesidades.
mfa