Almorzar lo que sobró de la cena o el famoso "recalentado" es una tradición que se lleva a cabo en cada hogar, que si bien, no es algo oficial, es una costumbre muy arraigada.
Por lo general se almacena en contendedores de plástico y al día siguiente va directo al sartén o microondas.
Pavo o Pollo
Frecuentemente las aves de granja suelen estar en contacto con múltiples bacterias, según un informe, el 97% de las pechugas está contaminado de "Salmonella" y el 65% de los pollos contiene Campylobacteria por lo que debe estar muy bien cocinado para no intoxicarnos.
Espinacas
Las verduras de hojas verdes como las acelgas, quelites, espinacas y en general los alimentos que se producen en invernaderos pueden ser muy tóxicas ya que suelen contener altas concentraciones de nitrato que al calentarse se convierte en nitrosaminas que son altamente cancerígenas.
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Patatas
Éste alimento no es muy buen amigo del plástico además por su alto contenido en almidón es un alimento que se deshidrata muy rápido y puede generar problemas digestivos.
Hogos y setas
Por lo general, el reino de los hongos contienen proteínas que de no ser cocinadas correctamente pueden causar malestares estomacales.
Arroz
El problema con éste alimento es que cuando el grano está crudo, contiene esporas de la bacteria ‘Bacilius cereus‘ la cual puede causar una intoxicación, al recalentarse, las bacterias pueden multiplicarse y producir vómito.