Jessica Segura es una de las grandes personalidades del entretenimiento mexicano, pues con sus 41 años de edad ha encarnado papeles emblemáticos y construído una carrera muy sólida tanto en la televisión como en Internet, siendo una de las mujeres más queridas en la industria. Sin embargo, su camino a la fama no ha sido sencillo, pues a pesar de que la conductora ha optado por mantener su vida privada alejada de las cámaras, su relación con Mario Pazos desató un sinfín de controversias, en especial después de que se dio a conocer que su entonces esposo le estaba siendo infiel.
Es así como la también a actriz decidió abrir su corazón en el programa "De noche ya se armó", conducido por Jordi Rosado, donde narró el desgarrador proceso de descubrimiento de una infidelidad por parte de su ahora exesposo. Fue durante su enttevista con el presentador, que Segura admitió que todo comenzó con una serie de sospechas en contra de Pazos y de manera casual comprobó que su "ojo de loca" no se equivocaba.
La actriz explicó que después de varios años de relación con Mario un evento sin importancia terminó llevándola a confrontar una realidad muy dolorosa. Todo sucedió cuando Jessica revisó una bolsa que él utilizaba para su trabajo y en ella encontró una serie de objetos extraños: unos pantalones de mezclilla talla siete, un perfume femenino, un recibo de compra de ropa interior y, lo que pareció la gota que colmó el vaso, tres boletos para un concierto de OV7, un detalle que, a juicio de Jessica, no podía ser casual.
Jessica Segura y la infidelidad que la llevó a buscar venganza
Este hallazgo inicial se convirtió en un punto de no retorno y sabiendo que no sería fácil, Jessica acudió a una amiga cercana para así afrontar la dolorosa realidad. Así, la actriz decidió revisar el teléfono de Mario por primera vez en toda su relación; aprovechando un momento en el que él regresó de jugar fútbol y se metió a bañar, la amiga de Jessica logró desbloquear el teléfono y con ello comenzaron a salir a la luz una serie de mensajes comprometedores que revelaron la existencia de una infidelidad.
Fotografía: Instagram/@segura_jessica
Uno de los contactos, guardado bajo el nombre de "Borreguito", contenía palabras cariñosas como “mi amor” y otras frases que confirmaban las peores sospechas de la actriz. El impacto emocional de este descubrimiento fue devastador para Jessica ya que la vida que había imaginado junto a Mario, una relación que parecía sólida y plena, se desmoronó de un golpe. Sin embargo, la actriz supo que debía actuar de manera inteligente y a pesar del dolor se propuso tomar venganza.
Agarré mi corazón roto, lo agarré así. Y Mariana me dijo ‘¿Qué vas a hacer? Necesitas decidir. ¿Le vas a decir ahorita te acompaño, le hablamos a tus papás’ y ahí salió la actriz y dije: me voy a vengar” dijo durante la entrevista con Jordi Rosado.
A pesar del dolor, Jessica Segura decidió no confrontar a su esposo de inmediato y en lugar de eso, tomó el tiempo necesario para reflexionar sobre la situación, reuniendo pruebas que pudieran ser irrefutables. Para ello, comenzó a recolectar fotografías de su relación, estados de cuenta bancarios que mostraban gastos compartidos con la otra mujer, mensajes comprometedores e incluso flores enviadas a ambas por Mario; con todo este material en mano, Jessica se asesoró con un abogado, lo que le permitió dar los pasos necesarios para tomar decisiones legales sobre su futuro.
Fotografía: Instagram/@segura_jessica
Jessica Segura confrontó a su exesposo por infidelidad
Pero uno de los momentos más impactantes de esta situación ocurrió durante una cena en un restaurante, donde Jessica, con total calma, decidió entregar a Mario una caja que contenía las pruebas de su infidelidad. La cena había sido cuidadosamente planeada e incluso familiares de la actriz se mantenían cerca por si debían intervenir, y mientras Mario abría la caja, Jessica comenzaba a recordar algunos de los momentos más importantes de su relación.
Fue entonces cuando la verdad salió a la luz: una fotografía de la otra mujer junto a su hija, un recibo de flores enviadas por Mario y pruebas de cómo él había dividido su tiempo entre las dos relaciones, esta impactante revelación terminó con cualquier duda que pudiera quedar en la mente de Jessica.
Mario, por su parte, intentó negar lo evidente en un primer momento, incluso afirmando no saber de qué le estaban acusando y la situación se complicó aún más cuando, en una llamada telefónica realizada desde el teléfono de su esposo, quedó al descubierto el "código" de llamada utilizado para comunicarse con la otra mujer. Ante esta evidencia, Jessica, con el corazón roto pero con la fuerza de quien ya había tomado una decisión, concluyó la relación. Dejó el teléfono sobre la mesa y se retiró del restaurante.
El proceso de enfrentar la infidelidad fue, para Jessica Segura, una lección de autoconocimiento y empoderamiento, pues aunque en un principio se cuestionó a sí misma preguntándose si había hecho algo mal para justificar la traición de su esposo, pronto comprendió que no era responsable de las acciones de él. En sus propias palabras, nadie debería tolerar situaciones de abuso, engaño o desamor, y menos bajo la premisa de "así son las cosas"; de la misma forma, la actriz enfatizó la importancia de proteger los logros obtenidos a lo largo de su vida, incluyendo sus bienes materiales, sin dejarse afectar emocionalmente de manera irreversible.
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