Sara García es un ícono de la época de Oro del Cine Mexicano debido a sus papeles de una mujer mayor que le hicieron ganarse el título de “Abuelita de México”. La actriz compartió escena con diferentes luminarias como Joaquín Pardavé, Marga López, Mario Moreno "Cantinflas" y por supuesto Pedro Infante y Jorge Negrete.
Aunque en la pantalla grande era una abuelita tierna, fuera de los escenarios era una mujer carácter fuerte y era muy severa. Sin embargo, a pesar de su personalidad, muchos de sus compañeros la querían y la respetaban, pero ella sólo le demostraba cariño a muy pocos de los actores con los que trabajaba.
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Sara García no quería a Jorge Negrete
El Charro Cantor debutó en el cine en 1937 con la película "La madrina del diablo", cinta la protagonizó junto una estrella nueva de la época, María Fernanda Ibáñez, quien no era cualquier actriz, sino que era hija de Sara García.
De acuerdo a los rumores de la época, el intérprete de "¡Ay Jalisco, no te rajes!" se enamoró perdidamente de su coprotagonista e intentó cortejarla. Sin embargo, "la abuelita de México" no aprobaba que el cantante estuviera interesado en su hija.
Hasta el momento se desconoce las razón por la que García se negaba a que María Fernanda y Negrete tuvieron una relación, pero se especula que se debió a que el protagonista de "El rapto" era un conquistador y tenía una relación en ese entonces.
En 1942 que Sara García y Jorge Negrete compartieron créditos en "Historia de un gran amor", en donde Gloria Marín, pareja en ese momento de Jorge, era la protagonista, mientras que García tuvo un personaje secundario. A pesar de que se volvieron a unir para este proyecto, su relación fue profesional.
Sara García y su complicada relación con Pedro Infante
Sara García no quería a Pedro Infante debido a que durante la grabación "Los Tres García", el ídolo de México siempre llegaba tarde, lo que molestaba a la actriz, ya que retrasaba todo el rodaje. De hecho, estuvo a punto de dejar la producción a causa de la falta de profesionalismo del cantante de "Amorcito corazón".
Sin embargo, la percepción que tenía del Rey de las Rancheras cambió cuando habló con él, y se dio cuenta que sólo estaba desmotivado, pues había sufrido un cambio muy grande en su vida. Sara asesoró a Infante y le dio algunos consejos para poder desarrollar su papel.
A partir de ahí su relación cambió radicalmente. El Ídolo de Guamúchil le estuvo tan agradecido que le llevó serenata con mariachi cada 10 de mayo. Mientras tanto, la actriz declaró que aunque había fungido como abuela de muchas estrellas, pero que Pedro había sido al que más cariño le guardaba.