El senador Miguel Ángel Mancera, coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, reaccionó a las propuestas presentadas en el Senado para desaparecer poderes en Guerrero y Guanajuato, y advirtió que no comparte estas posturas, pues son facultades exclusivas de la Cámara alta con las que no se debe jugar.
"No debemos jugar con estas facultades para un efecto electoral; es verdaderamente muy serio de lo que se habla", afirmó.
Sigue leyendo:
PAN y Morena chocan por desaparecer poderes en Guerrero y Guanajuato
Exigen desaparición de poderes en Guerrero
Sólo para supuestos severos
En entrevista con Sergio Sarmiento y Lupita Juárez, en Heraldo Media Group, destacó que esta facultad exclusiva del Senado, reglamentada en el artículo 76 de la Constitución es tan importante que incluso cuenta con una ley reglamentaria específica, en la que se detallan los supuestos en los que puede aplicarse y son casos "extremos", como el abandono de las funciones o la permanencia en ellas luego de cumplido el plazo.
"Son supuestos muy severos en los que se genera un conflicto en el que no hay manera de que se continúe el Estado de derecho en una entidad federativa", explicó Mancera, quien es doctor en Derecho.
Plantea reformar para que se requiera mayoría calificada
Recordó que en 2019 ya se había planteado la posibilidad de ejercer esta acción en Tamaulipas, por lo que la constante es su uso político; sin embargo, recordó que desaparecer a un poder no impacta sólo a un funcionario público.
Explicó que para la desaparición de poderes se requiere únicamente mayoría simple, con la que cuenta Morena, por lo que sería contraproducente que la oposición ponga esta posibilidad sobre la mesa, pues el bloque mayoritario podría avanzar más en el trámite en los estados gobernados por la oposición.
Ante esto, planteó la posibilidad de que se reforme para que se requiera la mayoría calificada, como ocurre con otras funciones del Senado, como la ratificación de ministros, por ejemplo.
Finalmente, consideró que esta facultad del Senado es una reminiscencia de una época en la que existía un poder autoritario que utilizaba esta facultad para intimidar a gobernadores cuando no actuaban cómo se esperaba.
Es una reminiscencia que todavía existe y que no se debe de utilizar salvo casos críticos.